Kiel (Alemania), 15 feb (dpa) – El puerto alemán de Brunsbüttel, en la desembocadura del río Elba, más allá de Hamburgo, recibió hoy el primer buque cisterna con gas natural licuado (GNL), mientras la mayor economía de Europa busca independizarse del suministro ruso.
«Tras la llegada de la terminal flotante a mediados de enero, la primera entrega de GNL desde Abu Dabi es el siguiente paso importante», declaró Andree Stracke, responsable de la empresa energética alemana RWE.
El buque cisterna ISH tiene 137.000 metros cúbicos de GNL a bordo, lo que equivale a más de 82 millones de metros cúbicos de gas natural.
La embarcación ya había atracado el martes en el puerto. El gas extraído del GNL se inyectará en la red a partir de finales de febrero con ayuda del buque especial «Höegh Gannet».
En 2023 se inyectarán en la red unos 3.500 millones de metros cúbicos de gas con la ayuda del «Höegh Gannet», y 7.500 millones tras la finalización de un gasoducto de conexión.
La culminación de la terminal fija está prevista para 2026.
Según indicó RWE, también se esperaba una delegación del proveedor ADNOC de Emiratos Árabes Unidos, cuya capital es la misma Abu Dabi, con motivo de la primera entrega de GNL en el puerto.
Alemania busca utilizar el gas licuado para suplir la falta de suministro de gas natural ruso. Está previsto que el próximo invierno hasta un tercio de la demanda actual de gas se cubra con terminales flotantes de GNL.
Actualmente ya hay terminales de este tipo en Wilhelmshaven en las costas del Mar del Norte en Baja Sajonia, en Lubmin en la costa del Báltico en Pomerania Occidental, a las que ahora se suma Brunsbüttel, en el norte del país.