Berlín, 15 ene (dpa) – Un nuevo movimiento de enemigos del Estado está surgiendo de las protestas contra las restricciones por la pandemia de coronavirus en Alemania, advirtió el presidente del servicio de inteligencia interior, Thomas Haldenwang.
En declaraciones que adelanta hoy el dominical «Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung», el titular de la Oficina Federal de Protección de la Constitución dijo que ya no se puede clasificar a estos manifestantes claramente como extremistas de derecha o de izquierda.
Según sus palabras, no están unidos por una ideología, sino por el desprecio hacia el Estado democrático constitucional y sus representantes. «Rechazan fundamentalmente nuestro sistema estatal democrático».
Haldewang agregó que estos extremistas no necesitan un tema específico para reaccionar contra el Estado y la pandemia es solo el gancho.
«Ya sea el coronavirus o la política de refugiados. O el desastre de las inundaciones: algunos de los que se ha visto desfilar son los mismos tratando de dar la impresión de que el Estado está fallando y no hace nada por la gente».
El jefe de la inteligencia germana aclaró que aún no se puede determinar con exactitud cuánta gente pertenece a este círculo debido a su extrema heterogeneidad.
Haldenwang dijo que hay «paralelismos cada vez más fuertes» entre las protestas de los islamófobos de Pegida y los autodenominados «paseos» contra las medidas anticovid y recordó que en algunos casos se gritaron las mismas consignas.
El funcionario también alertó que la ultraderecha está ganando terreno en estos círculos. Citó como ejemplo a los «Sajones Libres», que han logrado ejercer una clara influencia en el movimiento de protestas contra las medidas anticovid en la región.
«En esa medida, se puede decir que los extremistas de derecha están ganando influencia, al menos a nivel regional». «Sajonia Libre» es un micropartido considerado oficialmente de ultraderecha y anticonstitucional.
Según Haldenwang, al mismo tiempo se detecta un cambio en la dinámica de las protestas, que han pasado de las grandes manifestaciones a actos más descentralizados, pero con más gente saliendo a la calle. Precisó que solo en la primera semana de enero hubo más de 1.000 actos con más de 200.000 participantes.
El jefe de la Oficina de Protección de la Constitución expresó el temor de que estos extremistas busquen un nuevo tema tras el fin de la pandemia para instrumentalizarlo con sus propios fines como por ejemplo las medidas de protección del clima.