Bremerhaven, 8 dic (dpa) – El rompehielos alemán «Polarstern» comenzó a prestar servicio oficialmente el 9 de diciembre de 1982 y a sus 40 años sigue siendo uno de los barcos de investigación polar más eficientes del mundo, destacó el Instituto Alfred Wegener (AWI) con motivo del aniversario.
Construido en Kiel y establecido en Bremerhaven, puede romper hielo de hasta 1,5 metros de grosor. Uno de los hitos a lo largo de su historia fue la expedición Mosaic de un año de duración de 2019 a 2020, cuando quedó a la deriva congelado en el Océano Glacial Ártico, acoplado a un témpano de hielo gigante.
Cuando el Bundestag (Parlamento) aprobó unos 56 millones de euros (al cambio actual, 59 millones de dólares) para la construcción de la embarcación en 1979, Alemania buscaba jugar un papel más importante en la investigación polar marina a nivel internacional.
«Hasta entonces, los mares de las regiones polares habían sido ignorados en gran medida», relata Gotthilf Hempel, fundador en 1980 del AWI en Bremerhaven y su director hasta 1982.
Hempel también contribuyó de manera importante al inicio de la construcción del «Polarstern» (Estrella Polar, en alemán), fue jefe de la expedición inicial y viajó más de una decena de veces a bordo por el Ártico y la Antártida. En total, el «Polarstern» participó hasta ahora en más de 130 expediciones, según una portavoz del AWI.
Desde el principio, un tercio de las plazas estuvieron reservadas para investigadores de todo el mundo. «Sentamos parámetros para la colaboración internacional», dice Hempel. Y también hubo mucho intercambio cultural: «Los holandeses eran extraordinarios haciendo música, los italianos te daban el mejor espresso cuando pasabas delante de su laboratorio».
Pero a bordo subieron no solo científicos. También el excanciller alemán Helmut Schmidt y su esposa Loki estuvieron en 1989 durante diez días en un viaje al Océano Ártico. «Loki Schmidt era bióloga y luchaba por defender el medio ambiente. Yo sabía que tenía ganas de viajar al Ártico», señala Hempel. La idea era que la región recibiera más atención.
En la actualidad los mares polares siguen necesitándola: «No podemos renunciar a la investigación polar si queremos tener una imagen clara de la evolución del clima», subraya Hempel. Para que la investigación siga siendo posible en las próximas décadas, el «Polarstern» recibirá en 2027 un moderno sucesor. La licitación ya está abierta.
Pero, por ahora, aún está de viaje, actualmente en el Atlántico, alrededor de las islas Georgias del Sur. Los investigadores tomaron hace poco muestras de agua y de sedimentos, para estudiar la influencia de los glaciares y la vegetación en el ecosistema marino. La vuelta del barco a Bremerhaven está programada para abril de 2023.
Por Janet Binder (dpa)