Bruselas, 16 mar (dpa) – El Gobierno alemán se muestra escéptico ante los planes que circulan en la Unión Europea (UE) para relajar la normativa sobre plantas modificadas genéticamente, señaló hoy a dpa un portavoz del Ministerio de Medio Ambiente.
«Los esfuerzos de la Comisión Europea por debilitar la evaluación de riesgos de las plantas producidas con nuevas técnicas genómicas van en la dirección equivocada», declaró el portavoz. A petición de Austria, el tema figura en el orden del día de la reunión de ministros de Medio Ambiente de la UE que se celebra hoy en Bruselas.
La Comisión Europea está trabajando en la actualidad en la revisión de las normas de la UE sobre ingeniería genética y sus consecuencias. En abril de 2021, la Comisión había anunciado cambios en la legislación sobre ingeniería genética. Se espera que publique una propuesta concreta de texto legislativo en junio.
Posteriormente, los Estados de la UE y el Parlamento Europeo tendrían que llegar a un acuerdo sobre la propuesta.
Al final de este proceso podría decidirse hasta qué punto puede utilizarse la ingeniería genética en la agricultura, lo que también influiría en la medida en que los alimentos modificados genéticamente acaben en los platos de los consumidores.
Las nuevas posibilidades de la ingeniería genética permiten «los cambios más diversos y de mayor alcance en el genoma», comentó el ministerio alemán. «Sus posibles efectos han sido poco investigados en comparación con las posibilidades que se presentan.
Agregó que cuestiones de biodiversidad especialmente importantes, como el riesgo de cruzamiento en ecosistemas que pueden sufrir estrés por el cambio climático, siguen sin respuesta hoy en día y requieren más investigación».
La legislación de la UE ofrece una buena base para analizar sistemáticamente los riesgos, garantizar la trazabilidad de los organismos modificados genéticamente en la naturaleza y garantizar la libertad de elección de los consumidores, pero también de la industria alimentaria y los agricultores, por lo que no debe haber recortes en este sentido, consideró el portavoz.
«Alemania y Europa necesitan una agricultura que trabaje con la naturaleza, no contra ella», añadió.
Los partidarios de flexibilizar la normativa para el cultivo de plantas modificadas genéticamente subrayan que las nuevas plantas son una solución a los retos a los que se enfrenta la agricultura como consecuencia del cambio climático.