Wiesbaden (Alemania), 12 sep (dpa) – Alemania registró un alza del 6,6 por ciento en el número de insolvencias durante el mes de agosto, después de un retroceso en el primer semestre, a tenor de las cifras publicadas hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Tras dos meses de tendencia a la baja, los datos preliminares de Destatis reflejaron que en agosto hubo más solicitudes de insolvencia reguladas que en julio.
No obstante, los estadísticos señalaron que las solicitudes de insolvencia a menudo se incluyen en las estadísticas con cierto desfase temporal.
Sin embargo, el Instituto Leibniz de Investigación Económica (IWH) de Halle también parte de la base de un aumento de las cifras según los últimos datos.
«Tras un largo periodo de bajas cifras de insolvencia, se ha producido un cambio de tendencia», había explicado la semana pasada Steffen Müller, investigador del IWH.
A su parecer, las principales razones son el fuerte aumento de los precios, por ejemplo de la energía, y los problemas en las cadenas de suministros. Sin embargo, a pesar del aumento de las cifras, actualmente dijo no esperar una inminente ola de quiebras.
Destatis también hizo públicas las cifras definitivas del primer semestre de 2022. En los seis primeros meses del año, los tribunales de distrito informaron de 7.113 insolvencias de empresas, un cuatro por ciento menos que el año anterior.
Los tribunales cifran las probables deudas con acreedores en algo menos de 8.200 millones de euros (8.270 millones de dólares). En el primer semestre de 2021, fueron significativamente más altos, en torno a los 31.800 millones de euros, porque hubo más casos de gran envergadura.
Para evitar una oleada de quiebras como consecuencia de la pandemia, el Gobierno alemán suspendió temporalmente la obligación de solicitar el concurso de acreedores cuando se produjera un sobreendeudamiento o una insolvencia.
La obligación de solicitar el concurso de acreedores volvió a aplicarse en su totalidad a partir del 1 de mayo de 2021. Se establecieron excepciones hasta el 31 de enero de 2022 para las empresas que sufrieron daños por las fuertes lluvias o inundaciones del pasado verano europeo.
En 2021 se registraron menos quiebras de empresas que en cualquier otro momento desde la introducción en 1999 de la actual normativa sobre insolvencias.