Berlín, 11 oct (dpa) – Los tres partidos que aspiran a formar el próximo gobierno de Alemania reanudaron hoy en Berlín las conversaciones exploratorias para lograr una coalición, dos semanas después de las elecciones.
Los representantes del Partido Socialdemócrata (SPD), que surgió como primera fuerza en los comicios, Los Verdes y el Partido Liberal (FDP), seguirán debatiendo los puntos de acuerdo y los posibles conflictos de cara a formar un ejecutivo que suceda al de la conservadora Angela Merkel.
Los máximos dirigentes del FDP y Los Verdes, Christian Lindner y Volker Wissing, así como Robert Habeck y Annalena Baerbock -respectivamente- llegaron juntos por la mañana al recinto ferial de Berlín, donde se reunirán hasta la noche. No se esperan declaraciones hasta mañana martes.
Un grupo de manifestantes protestó al inicio de las conversaciones en reclamo de medidas más urgentes para frenar el calentamiento del planeta.
También habrá reuniones mañana martes y el viernes. El miércoles y el jueves, los máximos dirigentes de los partidos quieren seguir trabajando en pequeños grupos, mientras el candidato a canciller del SPD, Olaf Scholz, viaja a Washington para asistir a la reunión de los ministros de Economía del G20.
Hasta ahora ningún representante político ha dado detalles sobre las conversaciones y mantienen la confidencialidad acordada.
Sin embargo, según los analistas, cada vez es más evidente que puede haber disputas sobre los impuestos, la deuda y la financiación de las medidas de protección del clima.
El objetivo de los partidos es la formación antes de Navidad de una coalición «semáforo», llamada así por los colores que representan en Alemania a los tres partidos, con Olaf Scholz como canciller.
El FDP reiteró sus posiciones fundamentales antes de las conversaciones. El jefe del grupo parlamentario de los liberales, Marco Buschmann, declaró a la publicación «Der Spiegel» que las «líneas rojas» del partido incluyen la subida de impuestos y la suavización de las normas de equilibrio presupuestario de Alemania.
No obstante, se mostró optimista sobre las posibilidades de formar una coalición de gobierno con el SPD y Los Verdes, porque aunque hay «áreas de fricción», los tres partidos tienen ganas de gobernar.
En el mismo sentido se manifestó el vicepresidente del SPD, Kevin Kühnert, quien dijo esperar que haya un acuerdo de coalición antes de finales de año.
«Las conversaciones han empezado bien, con mucha confianza. No se escapa nada. Es una base importante para que las cosas avancen rápidamente», dijo el ex líder de las juventudes socialdemócratas en el canal público ARD.
Kühnert también espera voluntad de compromiso en materia de política presupuestaria y financiera. «Ciertamente, hay mucho terreno que cubrir» y todos tendrán que hacer concesiones pero «así son las negociaciones en democracia», agregó.
El copresidente de Los Verdes, Robert Habeck, subrayó el domingo que «el fracaso no es una opción» porque Alemania no se puede permitir una nueva «gran coalición» entre el SPD y los conservadores de la alianza CDU/CSU como la que gobierna en la actualidad.
Aunque las finanzas son un «gran problema», también hay que darse cuenta de que probablemente hay proyectos que solo podrán prosperar realmente en una coalición con el FDP y Los Verdes, dijo Habeck, para quien ahora comienza el «tiempo de tener imaginación».
Mientras tanto, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel también celebra hoy una serie de reuniones del círculo interno del partido.
Armin Laschet, líder del partido y candidato a canciller, obtuvo los peores resultados históricos de la CDU en unas elecciones federales. Su destino político ha sido una de las principales cuestiones sin resolver tras los comicios del 26 de septiembre.
La semana pasada, Laschet admitió que debía renunciar a su intención de superar a Scholz y formar una coalición CDU-Verdes-FDP, conocida como Jamaica por los colores de las tres formaciones. Ahora debe decidir si quiere intentar seguir al frente del partido o dimitir.
Merkel, que lleva 16 años al frente de Alemania, decidió no presentarse a un quinto mandato y abandonará su cargo al definirse el próximo gobierno de coalición.