Stuttgart (Alemania), 21 feb (dpa) – Las empresas alemanas no redujeron significativamente su dependencia de mercados concretos ni siquiera un año después de la invasión rusa de Ucrania, según el economista Holger Görg, presidente interino del Instituto de Economía Mundial (IfW) de Kiel.
«Hay una discrepancia entre lo que se oye y se cuenta y lo que las empresas están haciendo actualmente», declaró Görg a dpa.
El economista añadió que los datos aún no mostraban una gran diversificación. Las recién anunciadas inversiones de miles de millones de euros de grandes compañías como BASF y Bosch en China, por ejemplo, no apuntan a una retirada de empresas alemanas del gigante asiático, prosiguió.
Esto podría deberse a que las decisiones estratégicas se están posponiendo en vista de las crisis actuales. «Pero, por supuesto, también podría deberse a que los problemas para cada empresa no son tan grandes como se supone», agregó.
Sin embargo, en su opinión, la invasión rusa ha dejado claro a muchas empresas que tienen que replantearse sus dependencias y cadenas logísticas.
Repartir los riesgos, relocalizar la producción en Europa en cierta medida, producir más ellos mismos, eso está ahora en boca de todos, indicó Görg.
«Esta conciencia no era tan pronunciada hace tres años como lo es ahora», subrayó.