Hamburgo, 1 feb (dpa) – El objetivo climático de limitar el aumento global de la temperatura a 1,5 grados en comparación con el nivel preindustrial es poco realista, según arrojó un análisis de científicos de la ciudad de Hamburgo, en el norte de Alemania.
«Una limitación del calentamiento global a 1,5 grados Celsius actualmente no es plausible», aseveró en un comunicado la Universidad de Hamburgo sobre el estudio titulado «Hamburg Climate Futures Outlook 2023».
Para este estudio, unos 60 científicos sociales y naturales de un equipo interdisciplinario examinaron diez factores sociales relevantes para el clima.
Entre estos se cuentan la política climática de Naciones Unidas, la legislación para la protección ambiental, protestas, movimientos sociales, iniciativas transnacionales, demandas ante tribunales, comportamientos de consumo, retiro de inversiones de la economía fósil, la producción del conocimiento y los medios de comunicación.
Según indicaron los expertos, se registraron avances en algunos terrenos. Pero en particular el comportamiento de consumidores y empresas frena la protección del clima, considerada urgentemente necesaria a nivel global.
«La necesaria descarbonización integral avanza sencillamente con demasiada lentitud», explicó la responsable del Cluster de Excelencia «Clima, Cambio Climático y Sociedad» (Cliccs), Anita Engels.
La descarbonización implica la reducción de emisiones de dióxido de carbono. Según indican los científicos, también los medios de comunicación se comportan de modo ambivalente, porque a veces respaldan la meta de una sociedad neutra en emisiones de CO2 y otras, la socavan.
Procesos físicos como la pérdida de hielo marino en el Ártico, el derretimiento de los glaciares y los cambios climáticos regionales son considerados graves por los científicos.
«Sin embargo, prácticamente no incidirán sobre la temperatura media global hasta 2050», puntualizó el comunicado.
Lo que resulta fundamental, señaló el texto, es el cambio social, que hasta ahora resulta insuficiente. Y detalla que las inversiones estatales para reducir las consecuencias de la crisis del coronavirus y del ataque ruso a Ucrania reforzaron aún más la dependencia de los combustibles fósiles.
«En caso de que fracasemos en las metas del clima, se volverá aún más importante adaptarse a las consecuencias», aseveró la experta en ciencias sociales Engels.