Berlín, 8 ago (dpa) – El actual campeón olímpico de tenis, el alemán Alexander Zverev, se avergonzó durante mucho tiempo de su diabetes, según dijo en una entrevista que publica hoy el diario deportivo francés «L’Equipe».
De niño tuvo muchas malas experiencias, aseguró, hasta el punto de que al principio de su carrera deportiva, a los 17 o 18 años, negó la enfermedad: «Incluso me escondí para inyectarme insulina. Lo hacía en los baños».
«Cuando empecé a salir con chicas, era imposible hablar con ellas de ello. Me daba demasiada vergüenza sacar el tema», agregó Zverev, que hizo pública su enfermedad hace unos días y anunció la creación de una fundación contra esta enfermedad.
A Zverev le diagnosticaron diabetes de tipo 1 a los tres años y medio, a partir de lo cual tuvo que experimentar situaciones como el robo de su equipo para inyectarse y la insulina, para encontrarlo luego roto en el suelo.
«Nunca me libré realmente de este trauma infantil, todavía está en el fondo de mi mente», explicó Zverev, quien también tuvo que sufrir la prohibición de comer por ejemplo tarta en las fiestas de cumpleaños.
El tenista alemán explicó que los médicos le dijeron de pequeño que no podría practicar deporte de alto nivel con esta enfermedad. «Creo que hoy puedo decir que se equivocaron».
«Con esta fundación, quiero enviar un mensaje a los padres y a los niños de todo el mundo: no hay más límites que los que uno se impone a sí mismo», subrayó el jugador de 25 años, que actualmente está trabajando para acabar de recuperarse de la grave lesión de ligamentos sufrida en el torneo de Roland Garros.
Zverev reconoció que no tiene problemas para practicar deporte, porque siempre lleva su medidor de glucosa en sangre en su bolsa de tenis. «Es una cosa más con la que lidiar, pero si pierdo es mi culpa. Punto y aparte. No quiero utilizar la diabetes como excusa», dijo el número dos de la clasificación mundial de la ATP.