Londres, 26 jun (dpa) – Angelique Kerber carga con gran parte de las esperanzas del tenis alemán en el clásico torneo sobre hierba de Wimbledon, que arranca mañana lunes y en el que no participará el lesionado Alexander Zverev.
Cuatro años después de su gran triunfo en Church Road, la jugadora de 34 años se medirá en el primer día del certamen con la francesa Kristina Mladenovic.
En vísperas del primer partido, la tres veces ganadora de un Grand Slam habló de su sentimiento especial, del regreso de Serena Williams y de la falta de puntos en el ranking mundial.
«La sensación de Wimbledon solo llega cuando llegas aquí, cuando conduces con el coche, entras en las instalaciones y sabes: ahora va a empezar en unos días. Todos los recuerdos vuelven, ya sabes dónde y cómo calentar. Vuelve la rutina, llegas mentalmente y sabes que ahora tu cabeza está completamente en Wimbledon. Es una sensación agradable», comentó.
En cuanto a quien podría ser favorita, Kerber opinó: «Creo que muchos pueden ganar. Hemos visto que en los últimos Grand Slams siempre hay una sorpresa. Iga Swiatek tiene mucha confianza y juega muy bien en la hierba. Primero tienes que vencerla aquí».
Asimismo, Kerber elogió a la estadounidense Serena Williams: «Me quito el sombrero ante ella por volver a estar en forma. Sabe lo que puede hacer, ha ganado muchos títulos aquí, la hierba es una de sus superficies favoritas. Definitivamente, tengo mucha confianza en ella. Cuando hace algo, lo hace bien. Y para eso está aquí, lo comunicó claramente».
Asimismo, hizo alusión al debate sobre del puntaje en el ranking mundial. La organización profesional del tenis femenino WTA había reaccionado a la exclusión de las profesionales rusas y bielorrusas por parte de los organizadores del torneo.
«Para mí nunca fue una cuestión de no jugar Wimbledon, no importa si con o sin puntos. No soy alguien que juega por los puntos o la clasificación, sino por el deporte. Quien no haya entendido de qué se trata, tampoco ha entendido bien este deporte», sostuvo Kerber.
Por su parte, el tenista alemán Oscar Otte se mostró feliz de arrancar mañana como cabeza de serie en Wimbledon, tras un año de duro trabajo en el deporte profesional.
Ante la ausencia del lesionado Alexander Zverev, el tenis masculino germano pone sus expectativas en el jugador de 28 años.
«No sucedió demasiado rápido para mí. He esperado durante años para estar en esta situación, así que en ese sentido me viene bien», dijo Otte en Londres antes de su partido de primera ronda contra su compatriota Peter Gojowczyk.
«Aquí es exactamente donde quería estar, esto es por lo que he trabajado duro».
Hace un año, Otte se abrió paso hasta el cuadro principal por primera vez en su carrera en el torneo de Wimbledon a través de la fase de clasificación y fue eliminado por el británico Andy Murray en la segunda ronda.
El hecho de que ahora sea cabeza de serie número 32 no cambia demasiado. «Pero es un poco más agradable para las dos primeras rondas no enfrentarse a un jugador que esté en rangos mayores», comentó Otte, agregando que el partido contra el muniqués Gojowczyk «no será fácil».
«Es un buen compañero, hace unas semanas cenamos en su casa de Múnich», añadió.
Otte alcanzó las semifinales en los torneos de hierba de Stuttgart y de Halle, en el sur y oeste de Alemania. El año pasado, llegó a los octavos de final de un torneo de Grand Slam por primera vez en el Abierto de Estados Unidos.
Tras estar todavía fuera de los 200 primeros puestos de la clasificación mundial en agosto de 2020, desde entonces ha subido hasta el puesto 37, el más alto de su carrera hasta ahora.