Berlín/Wolfsburgo, 14 mar (dpa) – El fabricante alemán de automóviles Volkswagen anunció que destinará más de dos tercios de su presupuesto de inversión a la tecnología del coche eléctrico y la digitalización en los próximos cinco años.
En total se invertirán unos 180.000 millones de euros (192.600 millones de dólares) entre 2023 y 2027, de los que un 68 por ciento se destinará a esos propósitos, según el grupo, que cotiza en el DAX.
En la anterior gran ronda de planificación a cinco años, Volkswagen había presupuestado alrededor del 56 por ciento de los fondos de inversión totales de 159.000 millones de euros para estas tecnologías del futuro.
Según los actuales planes, a partir de 2025 uno de cada cinco vehículos vendidos por el grupo en todo el mundo tendrá una propulsión puramente eléctrica.
Para ello se invertirá mucho dinero en los próximos cinco años en la construcción de fábricas de células de baterías y en asegurar las materias primas de la empresa. Con este objetivo se destinarán hasta 15.000 millones de euros.
Para 2030, se espera que la filial de baterías PowerCo genere unas ventas anuales de más de 20.000 millones de euros.
Además, la empresa con sede en Wolfsburgo (Baja Sajonia) quiere desempeñar un papel más importante en el mercado norteamericano y redoblar sus esfuerzos en torno a la digitalización de los automóviles en China.
En su mercado más importante, Volkswagen ha tenido a menudo problemas en los últimos años para satisfacer las demandas de conectividad en el coche de los jóvenes clientes chinos.
En la presentación de sus resultados en 2022, Volkswagen anunció que consiguió aumentar un 22,5 por ciento los beneficios de su marca principal pese a la caída en las ventas.
Los beneficios en el negocio corriente -excluyendo factores especiales- aumentaron hasta algo menos de 2.650 millones de euros, incluso con una caída de un 6,8 por ciento de las entregas de vehículos, unos 4,6 millones de coches, a causa de los continuos problemas de suministro de microchips y componentes electrónicos.
La facturación de la principal división del grupo Volkswagen subió un 8,7 por ciento, hasta 73.800 millones de euros. El hecho de que el resultado fuera superior se debió en parte al aumento de los precios de los coches, que subieron notablemente en 2022 como consecuencia de la inflación general, pero también a la escasez de oferta en los mercados de coches nuevos y usados.
En este contexto, Volkswagen habló de una «mejor aplicación de los precios». Además, el importe de las ayudas a la venta en muchos concesionarios también disminuyó.
Las primas a la compra de modelos con sistemas de propulsión alternativos, financiadas en parte por el Estado y en parte por la industria, ya no son tan elevadas como al principio de la promoción de los vehículos eléctricos.
Por otro lado, el aumento de los gastos en materias primas presionó el balance. El rendimiento aumentó ligeramente en 0,4 puntos, hasta el 3,6 por ciento, informó la compañía.
«En 2022 nos hemos fijado objetivos claros y ambiciosos, hemos tomado las decisiones necesarias y hemos mejorado los procesos internos. 2023 será un año crucial para aplicar los objetivos estratégicos y acelerar el progreso del grupo», declaró Oliver Blume, director general del grupo Volkswagen.