Hannover, 23 jun (dpa) – El gigante alemán de viajes turísticos Tui considera que su flota propia de aviones está mejor equipada en la actualidad que antes de la pandemia, pero por el momento abandona la idea de ampliarla a vuelos de larga distancia.
En declaraciones a la agencia dpa, el director financiero del mayor proveedor de viajes del mundo, Sebastian Ebel, afirmó que las medidas de austeridad y la caída en la incidencia del coronavirus ayudaron a dimensionar la flota aérea.
Sin embargo, por el momento no adelanta cuándo le será posible a la compañía devolver las millonarias ayudas estatales recibidas a causa de la crisis sanitaria. Ebel dijo que se espera una mayor recaudación ahora que llega el verano europeo y poder ser más resistentes.
Ya antes de la pandemia había un costoso exceso de capacidad en el mercado de las aerolíneas, consideró. «El tamaño de la flota que tenemos hoy con nuestras cinco aerolíneas en Europa es ciertamente apropiado», dijo Ebel, que estimó suficiente la reducción del número de aviones de 35 a 22 en la alemana Tuifly.
Los aviones operan vuelos de enlace con destinos de Tui y cruceros. Cuando la demanda supera sus capacidades, el grupo reserva asientos adicionales en otras aerolíneas. Es el caso de Mallorca, donde en principio pueden «comprar las plazas necesarias muy fácilmente a otros».
Antes de la crisis de la covid-19, Tuifly estuvo a punto de lanzar una pequeña flota de larga distancia que utilizaría el modelo Dreamliner de Boeing.
Es poco probable que esto ocurra, al menos en los próximos años, estima ahora el director financiero de Tui. «Hacia el Este, el mercado está muy bien abastecido con Qatar, Singapore y Emirates».
En cuanto a los antiguos planes para el Caribe, «desde el punto de vista actual, no nos haríamos ningún favor, porque podemos llevar a nuestros huéspedes allí muy bien con otras aerolíneas de calidad».
«Si dejaran de prestarnos un buen servicio, tenemos buenas opciones dentro de Tui Airlines, y Tuifly podría establecer una conexión en poco tiempo», agregó.
El hundimiento del negocio en 2020 amenazó la propia existencia de Tui, y el Estado y los propietarios privados intervinieron con inyecciones de miles de millones de euros.
Pero mientras que por ejemplo el director ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr, prepara una ampliación de capital y quiere devolver las ayudas antes de las elecciones alemanas en septiembre próximo, Tui no quiere presionarse con un anuncio de este tipo.
«No me gustaría comprometerme a decir cuándo es el momento adecuado para empezar los primeros reembolsos», dijo Ebel. No se trata solo de lo que es posible, sino también de qué paso tiene sentido en cada momento, aseguró.
Tui pidió ayuda financiera al gobierno alemán en el segundo trimestre de 2020 por una buena razón, un «rescate en una situación de emergencia que no provocamos nosotros», dijo Ebel. «Ahora queremos seguir construyendo nuestra estabilidad de cara al futuro».
Añadió que el grupo «lo está haciendo tan bien de nuevo» que actualmente no hay necesidad de pedir al Estado que canjee el bono convertible suscrito por acciones.
Ya se ha completado además en su mayor parte la venta de las principales partes de la empresa. Hapag-Lloyd Cruises, por ejemplo, se incorporó a la empresa conjunta Tui Cruises, que opera con Royal Caribbean.
La idea, según Ebel, es que el 50 por ciento restante de Hapag-Lloyd valiera lo mismo dos años después de la venta que el 100 por ciento anterior, pero sin tener que aportar financiación.
Este acuerdo podría repetirse con la línea británica de cruceros Marella de Tui. «Pero esperaremos a que Marella vuelva a tener un buen ejercicio económico».