Berlín, 25 abr (dpa) – La postura del ex canciller alemán Gerhard Schröder en cuando a defender al presidente ruso Vladimir Putin es «francamente absurda» , por eso debería dimitir del Partido Socialdemócrata (SPD) que dirigió durante años, señaló hoy la actual copresidenta de la agrupación, Saskia Esken.

Schröder, que encabeza el consejo de supervisión del gigante energético estatal ruso Rosneft y preside el comité de accionistas de la empresa de gasoductos Nord Stream, encargada de llevar gas desde Rusia a Europa, no ha hecho ninguna crítica a Putin tras la invasión de Ucrania por parte de su país.
En una reciente entrevista con el periódico «New York Times», Schröder, canciller alemán de 1998 a 2005, defendió sin tapujos al líder del Kremlin frente a las acusaciones de crímenes de guerra en Ucrania, afirmando que la orden de los asesinatos masivos había partido probablemente de funcionarios de menor rango, no de Putin.
Esken comentó a la emisora alemana Deutschlandfunk que renunciar a sus cargos en empresas rusas «habría sido necesario para salvar la reputación de Schröder como antiguo y otrora exitoso canciller; lamentablemente, no siguió este consejo».
«Gerhard Schröder ha actuado durante muchos años simplemente como un hombre de negocios y por eso deberíamos dejar de percibirlo como un antiguo estadista, como un ex canciller», sostuvo Esken.
«Su defensa de Vladimir Putin frente a las acusaciones de crímenes de guerra es francamente absurda», añadió.
Preguntada sobre si Schröder debería dimitir del SPD, Esken fue clara: «Debería hacerlo».
Schröder ha sido criticado masivamente en Alemania por no desprenderse de sus cargos en las empresas energéticas rusas a pesar del ataque ruso a Ucrania.
La dirección del SPD se distanció hace tiempo de Schröder. Esken y su copresidente, Lars Klingbeil, le escribieron a finales de febrero pidiéndole que dimitiera de sus cargos en las empresas estatales. Aún no han recibido la respuesta que exigían «con prontitud».