Berlín, 21 sept, (dpa) – El canciller alemán, Olaf Scholz, calificó de «acto de desesperación» la decisión de Rusia de movilizar a 300.000 de sus reservistas para luchar contra Ucrania, en su intervención hoy ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
«Rusia no puede ganar esta guerra criminal», afirmó Scholz. «Con las últimas decisiones que está tomando (el presidente ruso, Vladímir) Putin, Rusia no hace más que empeorar la situación».
El canciller añadió que Putin había «subestimado completamente» la situación desde el principio, tanto la voluntad de resistencia de los ucranianos como la unidad de los amigos de Ucrania.
«Todo esto solo puede explicarse en el contexto del hecho de que el ataque ruso a Ucrania no ha tenido éxito», había citado previamente un portavoz al canciller. Agregó que Putin tuvo que reagrupar sus tropas, retirarse de Kiev y que tampoco logró el éxito deseado en el este de Ucrania.
«Es una señal visible de que Ucrania es muy eficaz en la defensa de su propia integridad y soberanía, entre otras cosas por el apoyo masivo y amplio de muchos países del mundo, muy especialmente de Alemania», señaló el portavoz gubernamental del canciller socialdemócrata.
En Nueva York, Sholz también hizo referencia al anuncio sobre la celebración de referendos sobre la adhesión a Rusia en varias regiones ucranianas ocupadas por Rusia. El canciller subrayó que «nunca serán aceptados» por la comunidad mundial.
Agregó que dichas votaciones «no pueden ofrecer ninguna justificación para lo que Rusia pretende hacer realmente, es decir, conquistar por la fuerza el país vecino o partes de su territorio». «Eso nunca será aceptable. En el mundo en el que vivimos, la ley debe prevalecer sobre la fuerza y la fuerza no puede ser más fuerte que la ley».
Scholz adujo que se trata de referendos falsos porque se celebran sin el consentimiento de Ucrania, bajo la ley marcial y no según los principios democráticos. Apuntó que tampoco es posible que los observadores internacionales independientes trabajen de forma libre.
Por su parte, la ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht, tildó la decisión de Moscú de movilizar a parte de los reservistas de «señal de debilidad militar y política».
Agregó que Putin no solo intenta destruir Ucrania, sino que también está arruinando a su propio país. «Sin escrúpulos y brutalmente, está enviando una vez más a miles de jóvenes a una muerte sin sentido en esta guerra brutal y criminal», afirmó. «Sin embargo, Rusia no debe engañarse a sí misma: No flaquearemos en nuestro apoyo a la valiente lucha defensiva de Ucrania».
El ministro germano de Economía, Robert Habeck (Los Verdes), tachó de «paso malo y equivocado» la decisión de Putin y volvió a prometer el pleno apoyo de Alemania a Ucrania. El ministro de Finanzas, Christian Lindner (FD), hizo lo propio y calificó la decisión del presidente ruso de una «señal de debilidad».
«Ya es hora de que Alemania dé por fin el paso decisivo y entregue carros de combate y vehículos de combate de infantería de diseño occidental (a Ucrania)», señaló por su parte el vicepresidente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Johann Wadephul.
El colíder de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Tino Chrupalla, advirtió: «La tercera guerra mundial se avecina, y Alemania sería directamente parte de la guerra debido a la estrategia de escalada de la coalición gubernamental».
El suministro de armas a Ucrania conduce a una escalada y arrastra a Alemania a la guerra, agregó, y opinó que el Gobierno alemán debe trabajar por las negociaciones de paz «y evitar una confrontación nuclear». A su juicio, Alemania no tiene nada que ganar en la guerra de Ucrania, «pero sí todo que perder».
Por su parte, la colíder del partido La Izquierda, Janine Wissler, pidió que se aceptara a los refugiados rusos. «Las personas que ahora huyen de Rusia porque rechazan la guerra y no quieren ser reclutadas como reservistas necesitan protección y asilo. Alemania debe garantizar unas posibilidades de acogida rápidas y sin complicaciones», indicó.
Putin anunció hoy en un discurso televisado la movilización de unos 300.000 reservistas rusos con experiencia en combate para luchar contra Ucrania. Agregó que se les otorgará el mismo estatus y sueldo que a los actuales soldados contratados y que recibirán más entrenamiento militar antes de ser desplegados en el frente.