Pedro Sánchez viaja a Belém (Brasil) para buscar acuerdos que aumenten la financiación climática y lograr avances en mitigación y adaptación dentro de la COP30, la mayor cumbre global sobre cambio climático.

Sánchez pondrá rumbo a Brasil esta tarde para llegar mañana a la ciudad de Belém, donde se celebra la COP30, el mayor evento global sobre cambio climático, en el que participarán numerosos jefes de Estado y de Gobierno, aunque con algunas bajas como la de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen.
España es uno de los países más firmemente comprometidos con el cambio climático y, según explicaron fuentes gubernamentales, el presidente hablará en el plenario general de la cumbre y también participará en la primera sesión plenaria de la comisión sobre transición demográfica.
Sánchez expondrá tres grandes objetivos para acordar entre todos los países como son más propuestas que ayuden a mitigar el cambio climático; avanzar hacia la financiación climática y, por último, lograr un acuerdo sobre la agenda de adaptación, es decir, acordar entre todos una métrica para que se logren antes los avances en cuanto a la adaptación de los países respecto al cambio climático.
Además de estos tres grandes bloques, la cumbre se celebra en la ciudad de Belém porque el país anfitrión quiere poner especial énfasis en los planes contra la deforestación que afecta ya, no sólo a Brasil, sino a muchos países, entre ellos a España debido a los últimos incendios sufridos este verano y que arrasaron gran parte de entornos naturales como es el de Las Médulas en Castilla y León.
Fuentes de Moncloa insisten en el «alto grado de ambición» con el que se va a esta cumbre por parte del Ejecutivo porque, consideran que «solo en estos foros se puede lograr un acuerdo a nivel internacional con un alto grado de compromiso por parte de todos los países».
España, además, viene a esta cumbre con los deberes hechos, ya que cumple con los compromisos acordados en la última cumbre celebrada en Glasgow en 2021. Ahí, España se comprometió a incrementar la financiación climática para alcanzar los 1.350 millones de euros y fuentes del Gobierno señalan ahora que no sólo se ha superado, sino que el país se sitúa en una cifra alrededor de los 1.700 millones de euros.