Berlín, 8 oct (dpa) – Tras la era de la canciller alemana Angela Merkel al frente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), su partido se enfrenta por tercera vez en tres años a una reestructuración en el plano directivo.
Menos de un año después de que Armin Laschet, primer ministro de Renania del Norte-Westfalia y candidato a sucederla en la Cancillería, fuera elegido en enero jefe del partido tras el breve mandato de Annegret Kramp-Karrenbauer, hoy ministra de Defensa, empieza a ser evidente que el millar de delegados tendrá que volver a elegir a una nueva cúpula en los próximos meses.
En tanto, varios candidatos están esperando entre bastidores.
El caos amenaza a los conservadores y las fisuras en el partido podrían hacerse aún más profundas. Laschet es considerado un conciliador, pero, ¿tiene la fuerza necesaria para lograr un nuevo consenso?
Después de los 18 años de Merkel como jefa de la CDU, el histórico desastre en las elecciones de finales de septiembre parece haber destruido no solo el nimbo de ser el partido que define quién está al frente del gobierno en Alemania.
La CDU ha perdido la estabilidad y la previsibilidad en la cima. Además, está la Unión Social Cristiana (CSU), su socio pequeño en la alianza conservadora, con su líder Markus Söder, el primer ministro de Baviera.
De momento, hay más preguntas que respuestas:
¿Por qué Laschet no renuncia de inmediato?
No se puede descartar que Laschet espere ocupar la Cancillería si fracasan las negociaciones entre los socialdemócratas, primera fuerza en los comicios, el Partido Liberal (FDP) y Los Verdes. Además, una dimisión inmediata probablemente sumiría a la CDU en un caos aún mayor. Sin un procedimiento ordenado, el resultado podría ser una feroz lucha de poder entre los distintos candidatos posibles.
Además, si Laschet dimitiera, ya no habría un interlocutor «nato» en la CDU, en caso de que Los Verdes y el FDP decidieran negociar con los conservadores en lugar de los socialdemócratas. Esta es una de las razones por las que el candidato a canciller Laschet declaró el jueves en dirección a Los Verdes y el FDP: «El presidente de la CDU sigue siendo la persona de contacto de la CDU. Tengo el respaldo del partido y del grupo parlamentario para ello».
¿Podría Laschet liderar las posibles negociaciones con verdes y liberales?
Desde la perspectiva actual, sí, aunque Laschet ha dejado en claro que esto «no fracasará debido a la persona». En otras palabras, si Los Verdes y el FDP prefirieran negociar con el bávaro Söder en lugar de con él, Laschet no se interpondría. Sin embargo, a los ojos de los votantes, podría suponer un considerable problema de legitimidad si de repente negocia un futuro gobierno para la CDU/CSU alguien que ni siquiera apareció como candidato a canciller en la campaña electoral.
¿Qué rumbo sigue la CDU?
Laschet quiere moderar un proceso de transición ordenado. Este lunes, los organismos directivos del partido dialogarán en busca de una solución de consenso. Laschet señaló que estas conversaciones se centrarán en el perfil del candidato a la jefatura. No está claro si todos los miembros de la dirección de la CDU le seguirán en este camino.
En noviembre, Laschet quiere convocar una «Conferencia del Este», en la que se tratarán las cuestiones estructurales especiales de los estados federales que formaban la extinta República Democrática Alemana (RDA) antes de la Caída del Muro. El objetivo es hacer retroceder a ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD) como mayor oponente político.
¿Y qué hace Söder, líder de la CSU?
«Tomamos nota de la decisión de Armin Laschet con gran respeto. Como CSU, seguiremos colaborando estrecha y constructivamente con la CDU», subrayó Söder. Si todavía existe la posibilidad de una alianza entre conservadores, verdes y liberales, las cartas pueden ser barajadas de nuevo.
El reciente rumor de que Söder podría dirigir las negociaciones y, en última instancia, ser el primer miembro de la CSU en acceder a la Cancillería, ha despertado nuevas esperanzas no solo entre las bases del partido bávaro.
Solo si Söder y su equipo consiguen devolver a la CSU a la senda del éxito en las elecciones regionales de 2023, el actualmente poderoso primer ministro de Baviera también podrá seguir al frente de su partido.
Por Jörg Blank y Marco Hadem (dpa)