Nápoles (Italia), 16 mar (dpa) – Varios cientos de hinchas del equipo alemán Eintracht Frankfurt fueron escoltados por la Policía de Nápoles fuera de la ciudad tras los violentos enfrentamientos que se produjeron con sus rivales del equipo local, informaron hoy las autoridades italianas.
Los aficionados germanos fueron trasladados en autobús y bajo protección policial al aeropuerto de Nápoles, a Salerno y a Roma durante la noche y la madrugada, desde donde debían emprender el viaje de regreso a Alemania.
En total fueron arrestados ocho ultras, declaró en una rueda de prensa el jefe de la Policía, Alessandro Giuliano. Tres de ellos son alemanes, como también confirmó el Eintracht. Se han tomado los datos de cientos de simpatizantes y podrían producirse nuevas detenciones.
La salida de los aficionados se retrasó por nuevos incidentes en la noche del miércoles con los hinchas del Nápoles, que intentaron avanzar hasta un hotel del puerto de la ciudad donde se alojaban los alemanes.
En las calles cercanas hubo enfrentamientos entre los grupos de hinchas violentos y con la Policía. En las inmediaciones estaba también el hotel en el que se alojaba el equipo del Frankfurt, que perdió 3-0 en el partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones ante el Nápoles.
Ya antes del encuentro había habido disturbios en la tarde del miércoles, protagonizados por ambos grupos de hinchas en el centro de la ciudad. Los medios de comunicación italianos informaron de peleas de «guerrillas» en las calles y callejones de Nápoles.
Según una primera reconstrucción de los medios de comunicación italianos, la situación se había recrudecido por la tarde, cuando grupos de hinchas del Nápoles atacaron a seguidores del Frankfurt y a agentes de policía en la céntrica Piazza del Gesù. Previamente, los ultras alemanes habían marchado juntos por la ciudad, entonando cánticos provocadores.
Durante los enfrentamientos, los aficionados violentos arrojaron piedras, bengalas, mesas y sillas a los hinchas contrarios y a la Policía, que respondió con gases lacrimógenos. También fue incendiado un coche patrulla y se destrozaron varias zonas al aire libre de bares y restaurantes.
Los incidentes provocaron una gran indignación en Italia, donde se ha criticado que se llegara a esta escalada pese a que desde el principio se sabía que los hinchas violentos del Frankfurt acudirían a Nápoles a pesar de la prohibición de venderles entradas para el partido.
El entrenador del Eintracht Frankfurt, Oliver Glasner, lamentó los incidentes en declaraciones tras el partido. «Condeno cualquier forma de violencia y criminalidad. No importa dónde y cuándo ocurra en el mundo. No lo apruebo», declaró Glasner tras la derrota del equipo.
A su regreso al hotel, los futbolistas fueron recibidos por un enorme contingente policial.
También criticó los incidentes el director deportivo del equipo de Hesse, Markus Krösche, para quien constituyeron un lamentable final a la primera temporada del equipo en la Liga de Campeones.
Tras los enfrentamientos y agresiones contra los aficionados italianos durante el partido de ida en Fráncfort, se temían las acciones de venganza por parte de los fans del Nápoles.
La prefectura de la ciudad decidió por ello prohibir a principios de semana la entrada al estadio a los aficionados alemanes y anuló la venta de entradas, en una medida inédita.
El club alemán, por su parte, reaccionó indignado y renunció por completo a su cuota de entradas de visitante. También pidió a sus seguidores que no viajaran a Nápoles, pero cientos de ellos llegaron a la ciudad del Vesubio pese al llamamiento.