Berlín, 2 dic (dpa) – El Bayern Múnich, campeón de la Bundesliga, visita el sábado a su principal rival, el Borussia Dortmund, que está a un punto de distancia, en un momento en el que el protagonismo de la decimocuarta jornada de liga lo asume la pandemia de coronavirus.
La habitual ventaja del Dortmund de contar con un público numeroso y apasionado en casa se verá drásticamente reducida, ya que los políticos están dispuestos a bajar el aforo en un intento de contener la nueva ola de la pandemia.
Una repetición del partido a puerta cerrada, disputado en mayo de 2020, parece actualmente improbable. Aquel partido, en la reanudación de la Bundesliga tras el parón por el inicio de la pandemia, se resolvió con una genialidad de Joshua Kimmich para el Bayern, que fue vital para sentenciar el título.
Kimmich no será un factor a tener en cuenta el sábado, ya que se encuentra aislado por una infección de coronavirus, tras haber provocado previamente un debate en todo el fútbol profesional al revelar que no se había vacunado.
El Bayern ha podido recuperar a otros de sus infectados, pero sus últimos partidos, ganados por la mínima en el campo del Dinamo de Kiev y en casa contra el Arminia Bielefeld, sugieren que no están en plena forma.
«Nuestra expectación ante el ‘Klassiker’ es siempre enorme», dijo Serge Gnabry sobre el clásico del fútbol alemán. «La victoria (sobre el Bielefeld) fue muy importante para poder afrontar el partido con la cabeza alta», agregó.
El entrenador Julian Nagelsmann también destacó el significado de esa victoria tan trabajada: «Ahora viajamos a Dortmund en lo alto de la tabla y nos hace muchísima ilusión».
El Dortmund había presionado al Bayern con una excelente victoria por 3-1 en el campo del Wolfsburgo, que incluyó un gol decisivo de su delantero estrella Erling Haaland, que regresaba a la competición después de una lesión.
«Antes de esta temporada, nuestro objetivo era estar lo más cerca posible del Bayern cuando jugábamos contra ellos», dijo el centrocampista Emre Can. «Ahora ha llegado el momento, y tenemos que trabajar duro y prepararnos bien a lo largo de la semana», agregó.
Haaland será probablemente titular, tras haber iniciado el partido en el banquillo la última vez, y se enfrentará al delantero del Bayern Robert Lewandowski en un duelo directo, en el primer partido del polaco desde que vio cómo su ansiado Balón de Oro iba a parar a manos de Lionel Messi.
Pero los once jugadores seleccionados por el entrenador Marco Rose deben estar en su mejor forma si el Dortmund quiere conseguir su primera victoria en liga contra el Bayern en los últimos tres años.
«Sabemos que todavía hay cosas que queremos y tenemos que seguir trabajando», dijo Rose. «Tenemos que mejorar si realmente queremos ser capaces de suponer una amenaza real para el Bayern», añadió.
Una victoria en casa pondría líder al Dortmund con dos puntos de ventaja, mientras que un triunfo del Bayern ampliaría su ventaja a cuatro y aumentaría enormemente las posibilidades de lograr su décimo título consecutivo.
Por lo demás, el fin de semana se abre con la visita del Leipzig al Union Berlin: los sajones están saliendo de un brote de coronavirus, aunque el entrenador Jesse Marsch no podrá estar en el banquillo, si bien hoy dijo en una rueda de prensa en línea que se encontraba bien.
El técnico estadounidense añadió que le realizaban pruebas a diario, y señaló que algunas de las medidas le resultaban incomprensibles. El ayudante Marco Kurth le sustituirá, aunque posiblemente también pueda asistir Achim Beierlorzer, que estuvo en los partidos de Brujas, de Liga de Campeones, y contra el Bayer Leverkusen.
El Leverkusen contra el Greuther Fürth, el Hoffenheim contra el Eintracht Frankfurt, el Mainz contra el Wolfsburgo, el Augsburgo contra el Bochum y el Bielefeld contra el Colonia son los otros partidos del sábado.
El Stuttgart contra el Hertha Berlin y el Borussia Mönchengladbach contra el Friburgo son los partidos que cierran la jornada el domingo.
Los clubes de la Bundesliga no podrán tener más de 15.000 aficionados en sus estadios en los próximos partidos, después de que el Gobierno federal y los primeros ministros regionales acordaran hoy nuevas restricciones debido a la pandemia de coronavirus.
Los eventos al aire libre podrán utilizar entre el 30 y el 50 por ciento de la capacidad de aforo, pero en el caso de los estadios con un límite de 15.000 espectadores.
Las mascarillas serán obligatorias y se aplicarán las normas «2G», lo que significa que solo podrán asistir a los eventos quienes estén vacunados contra el coronavirus o se hayan recuperado de la infección. Es posible que también se añada a los requisitos una prueba reciente con resultado negativo.
Por Derek Wilson (dpa)