Fráncfort, 14 mar (dpa) – El operador del aeropuerto alemán de Fráncfort, Fraport, anunció hoy que espera que el número de pasajeros se sitúe en 2023 entre los 57 y los 63 millones, tras los menos de 49 millones registrados en 2022.
La cifra, detalló, supondría alcanzar entre el 80 y el 90 por ciento del número de pasajeros registrado en 2019, año previo a la pandemia del coronavirus, que supuso un récord histórico.
Añadió que por tanto prevé que sus ganancias operativas antes de intereses, impuestos, depreciación y amortizaciones (Ebitda) aumenten en 2023 y se sitúen entre los 1.040 y 1.200 millones de euros (1.112 y 1.284 millones de dólares).
Asimismo, la compañía comunicó que confía en que el beneficio neto consolidado oscile entre los 300 y los 420 millones de euros.
El año pasado, el operador del mayor aeropuerto de Alemania aumentó sus ingresos en casi la mitad, hasta algo menos de 3.200 millones de euros. El Ebitda aumentó a su vez un 36 por ciento, hasta 1.030 millones de euros.
La empresa explicó que los accionistas recibieron unos sorprendentes 132 millones de euros, cerca de un 60 por ciento más que el año anterior, a pesar de las elevadas amortizaciones debido a la inversión en el aeropuerto ruso de San Petersburgo.
Sin embargo, acotó que estos volverán a renunciar a un dividendo para 2022 y también para 2023 debido a las elevadas deudas derivadas de la pandemia del coronavirus.
Respecto a las cifras mensuales de pasajeros, Fraport informó que la recuperación se vio frenada en febrero debido a la huelga convocada por el sindicato Verdi y al fallo infórmatico que afectó a la aerolínea germana Lufthansa.
De esta manera, contabilizó algo más de 3,4 millones de pasajeros, un 61 por ciento más interanual. Sin los efectos de la huelga y el problema informático, la compañía considera que el aumento habría sido del 69 por ciento.
Asimismo, el operador detalló que el volumen de carga y correo aéreo volvió a caer en febrero. Con 143,548 millones de toneladas, fue alrededor de un once por ciento más bajo que un año antes y casi un diez por ciento más bajo que antes de la crisis en febrero de 2019.