Berlín, 24 ago (dpa) – El ministro alemán de Salud, Karl Lauterbach, y el de Justicia, Marco Buschmann, defendieron hoy el endurecimiento de las normas contra el coronavirus, a aplicar si se produce una nueva ola de covid-19 en el otoño europeo.
«Tenemos que prepararnos para una situación como la que presumiblemente puede producirse en otoño o invierno», dijo Buschmann después de que el gabinete aprobara las citadas normas.
El ministro de Justicia afirmó que era «un buen protocolo, moderado y mesurado». Lauterbach, por su parte, indicó que habría «una amplia gama de instrumentos» disponibles.
Los planes aprobados por el Ejecutivo germano prevén, entre otras cosas, la obligación de utilizar mascarillas FFP2 en todo el país en los aviones y trenes de larga distancia. En los hospitales y las residencias de ancianos, también en toda Alemania, será obligatorio el uso de mascarillas y se exigirá una prueba negativa de coronavirus para el acceso.
Los estados federados también podrán imponer más requisitos a partir de octubre. Entre ellos se incluye la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público y en zonas interiores de acceso público.
Buschmann reconoció que muchos ciudadanos se preguntan: «¿No puede terminar todo este lío?». Pero justificó las nuevas medidas porque «el virus no ha desaparecido». Básicamente, agregó, el Gobierno federal solo introduce normas más estrictas en las residencias.
«Todo lo demás que prevemos son bases puramente legales, es decir, opciones a las que los estados federados pueden recurrir, pero no tienen que hacerlo» obligatoriamente, explicó el titular de Justicia.
«No espero una alfombra de retales», dijo por su parte Lauterbach, en referencia a las medidas desiguales que se pueden adoptar en todo el país, según las decisiones particulares que tome cada región.
El ministro de Salud manifestó que podría introducirse la obligatoriedad de las mascarillas en interiores. No obstante, los estados federados tendrían la potestad de eximir a los recién vacunados o recuperados de una infección de covid-19.
Si la pandemia lo hiciera necesario, las autoridades regionales podrían poner en marcha una segunda etapa. Entonces, podría entrar en vigor la obligatoriedad de las mascarillas en interiores, sin excepciones, así como la obligatoriedad de mantener la distancia interpersonal o la limitación de aforo en interiores.
«Espero que no tenga que aplicarse en su totalidad, pero debe ser posible utilizarla», alertó Lauterbach sobre la la normativa actualizada, y dejó claro «que no habrá más confinamientos ni cierres de escuelas», algo que Buschmann también subrayó.