Berlín, 3 ago (dpa) – El ministro alemán de Salud, Jens Spahn, defendió hoy ante las críticas los planes de ofrecer vacunas contra el coronavirus a niños y jóvenes de 12 a 17 años.
Según dijo a la emisora rbb-Inforadio, se trata de que la oferta sea más accesible que antes, ya que hay suficientes vacunas para protegerse. «Todo el que quiera puede vacunarse, nadie está obligado», dijo.
Spahn aclaró que no hay problema si los padres y los niños deciden que quieren esperar a tener más datos. «No se trata explícitamente de presionarlos, nosotros tampoco lo hacemos», aseguró.
El lunes por la tarde, Spahn y los titulares de Salud de los estados federados decidieron ampliar la oferta de vacunas contra la covid-19 a los adolescentes de entre 12 y 17 años en los centros de vacunación oficiales.
Asimismo, los niños y adolescentes podrán ser vacunados por pediatras y médicos de familia, así como en el marco de la vacunación de los familiares de empleados en las empresas. También está prevista la oferta de vacunación para adolescentes y jóvenes en universidades y escuelas de formación profesional.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó en mayo la vacuna de Pfizer/BioNTech contra el coronavirus para mayores de 12 años, y más recientemente la vacuna Moderna para el mismo grupo etario.
Sin embargo, a pesar de la importante presión política, el Comité Permanente de Vacunación de Alemania (Stiko) solo recomienda las vacunas para los niños y jóvenes que tienen condiciones preexistentes, como la diabetes o la obesidad, que podrían hacerlos más vulnerables a un ataque grave de la enfermedad.
Spahn negó que las autoridades se estén desmarcando de la postura de los expertos en vacunaciónm, que estiman que es posible vacunar a chicos de más de doce años con asesoramiento médico.
Spahn destacó que más de 900.000 niños de entre 12 y 17 años ya habían sido vacunados al menos una vez, lo que corresponde a cerca del 20 por ciento de este grupo etario.
En cuanto a la posibilidad de una vacuna de refuerzo en septiembre, los titulares de Salud convinieron que los grupos especialmente vulnerables sean protegidos de la mejor manera en otoño e invierno.
Los estudios sugieren que el nivel de protección que ofrecen las vacunas disminuye rápidamente, sobre todo en el caso de las personas muy mayores, las que tienen el sistema inmunitario comprometido y las que necesitan cuidados.