Berlín, 19 mar (dpa) – El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, subrayó hoy la preocupación de su Gobierno por el suministro de calefacción y electricidad en Alemania el próximo invierno, poco antes de partir a una visita a países del Golfo.
Habeck, del partido Los Verdes, se encuentra embarcado en una misión para desligar a su país de las importaciones de gas ruso, para la que ya visitó Noruega y hoy parte a Catar y Emiratos Árabes Unidos.
«Si no recibimos más suministros de gas el próximo invierno y las entregas de Rusia se limitan o se detienen, no tendríamos suficiente para mantener todas nuestras casas calientes y a nuestra industria en funcionamiento», dijo el ministro en declaraciones a la radio Deutschlandfunk.
En Catar, uno de los mayores exportadores de gas natural licuado (GNL) del mundo, Habeck tiene previsto reunirse con el emir, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, y con ministros del gobierno. Una gran parte del GNL catarí se destina actualmente a Asia.
El ministro alemán estará acompañado por una delegación empresarial de alto nivel.
La siguiente escala serán los Emiratos Árabes Unidos, donde está previsto que se reúna con los ministros el lunes para tratar sobre todo el tema del hidrógeno verde.
El viaje forma parte de los esfuerzos por diversificar las importaciones alemanas de gas, ya que el país busca reducir su dependencia de Rusia a la luz de la guerra de Ucrania.
Habeck explicó en la entrevista que el gas se utiliza especialmente en la industria al principio de las cadenas de suministro, por lo que podría producirse «una especie de efecto dominó».
Sobre la dependencia unilateral de un proveedor como Rusia, Habeck reconoció que había sido «una estupidez».
El ministerio de Habeck ha subrayado que durante las visitas también se abordarán cuestiones de derechos humanos.
Según el Ministerio de Economía, las importaciones rusas representan alrededor del 55 por ciento de las importaciones de gas a Alemania, el 50 por ciento de las de carbón y alrededor del 35 por ciento de las de petróleo.
Alemania gastó desde 2014 un total de 170.000 millones de euros (187.000 millones de dólares) en importaciones de fuentes energéticas desde Rusia.
Habeck reconoció que el mercado mundial del gas está ya muy ajustado. «Por supuesto, los volúmenes de suministro pueden aumentarse, pero los países proveedores no están realmente interesados en hacerlo. Tienen los máximos beneficios, los precios son altos y los costes de producción se mantienen», declaró a Deutschlandfunk.
Pese a ello, se mostró confiado en que «seguramente se encontrará una buena solución para Europa».
A la pregunta de si daría luz verde a posibles compras de armas y a las consiguientes exportaciones a Ucrania, Habeck respondió que sí.
De lo contrario, dijo, nada de esto tiene sentido: «¿Dónde está la diferencia material entre que el gobierno alemán suministre armas de las reservas de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas) o permita que Alemania suministre armas de otras reservas?».
La ministra germana de Defensa, Christine Lambrecht, había declarado previamente en la emisora que se han agotado las posibilidades de entrega de armas a través de la Bundeswehr, pero que están «sondeando qué posibilidades hay más allá», por ejemplo la compra de armas a empresas alemanas para entregarlas a Ucrania.