El sábado 9 de marzo de 2024 miles de personas acudieron a la concentración de Madrid en contra de la amnistía para los independentistas que se saltaron la ley en el desafío constitucional de 2017, convocada por organizaciones de la sociedad civil en la plaza de Cibeles
Los manifestantes ocuparon el tramo que une Cibeles con la Puerta de Alcalá y la mitad de la propia plaza, rodeando un escenario en el que a partir de las 12.15 comenzaron a hablar personajes afines a la protesta, como el exfiscal de la audiencia nacional Ignacio Gordillo.
Este último cargó contra la ley de amnistía que a su juicio genera “confrontación” entre los españoles, y valoró positivamente el auto reciente del Tribunal Supremo, que según explicó, dice que “hay que enjuiciar a Puigdemont” por delitos “muy graves” como pertenencia a una “organización terrorista”.
Los manifestantes jalearon durante el discurso con proclamas como “Pedro Sánchez hijo de puta” o “Puigdemont a prisión”. La mayoría de ellos portaba banderas de España y de la Unión Europea. Un grupo grande también lució una pancarta en la que se podía leer “el PSOE vende a España”.
A la movilización también acudieron cargos del PP, como la vicesecretaria de Sanidad y Educación, Ester Muñoz; la portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat; o el secretario general del PP en Madrid, Alfonso Serrano.
En declaraciones a la prensa, Muñoz aseguró que su formación «va a estar dando la batalla en todos los frentes» contra la amnistía que el PSOE ha pactado con ERC y Junts porque tiene el rechazo mayoritario de la sociedad españoles y con ella «sólo salen beneficiados» Pedro Sánchez y Carles Puigdemont.
Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, criticó al PP por su “estafa” a los ciudadanos de acudir a la manifestación contra la amnistía y al mismo tiempo reunirse en Bruselas con el ministro Félix Bolaños para “repartirse los jueces” del CGPJ.