(SERVIMEDIA) – Merlin Properties obtuvo unas pérdidas de 83,5 millones de euros en el año 2023, en comparación con los 263 millones de beneficio del año anterior, por la caída en las valoraciones de sus activos, pero su beneficio operativo apenas cayó un 2,1%, hasta los 284,2 millones, ya sin contar con las oficinas vendidas a BBVA, gracias a un incremento de los ingresos.
Así lo trasladó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este miércoles, tras un ejercicio que el consejero delegado, Ismael Clemente, calificó como “excelente” después de que el aumento de las rentas comparables se concretase en un 6,5%, hasta los 475,6 millones de euros, y se pusiesen en marcha los primeros centros de datos.
La socimi sufrió, como el resto del sector, un ajuste de las valoraciones de sus activos del 3,4%, hasta los 11.270 millones de euros, especialmente en los centros comerciales (-5,2%) y las oficinas (-4,7%), compensadas parcialmente por la revalorización de los activos logísticos (3%) y los centros de datos. La compañía augura que, si bien en centros comerciales se puede empezar a estabilizar la situación este año, a las oficinas les quedan unos dos años de caída de las valoraciones.
En cuanto al comportamiento operativo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) creció un 9,7%, hasta los 367 millones de euros, mientras que los ingresos se elevaron un 6%, hasta los 488,3 millones de euros gracias al alza de las rentas. Clemente detalló que, sin tener en cuenta las rentas que se obtenían gracias a las 600 oficinas vendidas el año anterior a BBVA, las rentas han crecido un 9,6%.
CENTROS DE DATOS
Tras poner en marcha en Madrid, Barcelona y Álava sus tres primeros centros de datos y estar cerca de recibir la licencia de construcción en Lisboa, la principal inmobiliaria del mercado nota la creciente demanda derivada del auge de la inteligencia artificial generativa y mejora sus previsiones en el área. En concreto, estima tener capacidad para obtener hasta 320 millones de euros por rentas anuales hacia 2027, lo que podría suponer la mitad de las rentas obtenidas en un año.
Este objetivo se alcanzaría cuando se puedan poner en marcha hasta 180 megavatios (MW) más de capacidad, que se sumarán a los 60 MW ya previstos de los centros actuales. Para la primera parte, la compañía ha previsto una inversión de 260 millones de euros, mientras que para la segunda necesitará la participación de capital adicional por un valor de 2.000 millones de euros.
Merlin podría dar entrada a un nuevo accionista a la compañía, realizar una ampliación de capital en el mercado o buscar un socio exclusivamente para la división de centros de datos. La compañía se muestra partidaria de la primera opción, pero recalca que están analizando fórmulas y no hay ninguna descartada.
En 2023, de momento, los centros de datos aportaron medio millón en rentas y para este año la previsión es alcanzar los 11 millones de euros. De los 9 MW de capacidad actuales, Merlin prevé tener capacidad para 24 MW en el tercer trimestre de este año y recibir otros 9 MW para finales de 2024. Otros 18 MW se recibirían en la primera mitad de 2025, lo que resultarían en un total de 60 MW, aunque la cifra podría elevarse a 68 MW.
Por localización, la compañía ha logrado sumar dos MW más en Álava y trabaja en alcanzar los 24 MW; en Barcelona, al MW que ya está siendo utilizado se le quieren sumar 15 MW y en Madrid, se pretenden alcanzar los 14 MW frente a los dos MW actuales. En Lisboa, la previsión es empezar a construir antes de final de año.
RESTO DE ÁREAS
Mientras tanto, las oficinas siguen siendo el área más importante, ya que aportaron 254,8 millones de euros, un 6,1% más en términos comparables. La compañía mantiene su ocupación en el 92,5%, con un alza en Madrid (91,1%) y ligeras caídas en Barcelona (92,7%) y Lisboa.
Merlin cree que el mercado no valora este activo por la situación del teletrabajo en algunas ciudades de Estados Unidos, pero remarca que la situación es muy diferente en Europa, donde la afluencia física en sus activos es similar a la de antes de la pandemia. La compañía observa “bastante movimiento” en este comienzo de año aunque espera un ejercicio similar al anterior.
Por su parte, los centros comerciales han sido el “activo estrella” de la compañía y han aportado 125,8 millones de euros en rentas, un 7,7% más en términos comprables, después de que la afluencia (+5%) y las ventas (+10,7%) crecieran respecto al año anterior. Clemente celebró la resistencia del consumo y que el impacto en el área de un potencial auge del comercio electrónico haya sido menor del esperado.
La logística, asimismo, logró rentas por 80,3 millones de euros, un 4,8% más. La compañía cuenta con 550.000 metros cuadrados de suelo adicional para desarrollo y en los próximos años se arrancará la construcción de otros 140.000 metros cuadrados para entrega a principios de 2024.
Respecto a la situación financiera, la compañía se sitúa en un ratio de endeudamiento del 35% y tras la refinanciación del bono de mayo de 2025 a través de deuda bancaria y otros bonos no hay más vencimientos de deuda hasta 2026. La deuda financiera neta de la compañía asciende a 4.050 millones de euros.