Berlín, 6 feb (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, exigió hoy el fin de la violencia contra los ciudadanos que protestan pacíficamente en Bielorrusia, seis meses después de las elecciones en ese país, no reconocidas por muchos Estados.
«Hacemos un llamamiento a los dirigentes políticos en Minsk para que pongan fin de inmediato a la represión y liberen a los presos políticos», dijo la mandataria germana en su videomensaje semanal, y añadió que el Gobierno del presidente Alexander Lukashenko debe por fin respetar el derecho a la libertad de expresión.
«Alemania y la Unión Europea (UE) seguirán exigiendo que los responsables de las continuas violaciones de los derechos humanos en Bielorrusia rindan cuentas», apuntó Merkel, al tiempo que expresó su apoyo a los manifestantes.
«Estoy profundamente impresionada por la firmeza del movimiento democrático bielorruso. El cálculo de los gobernantes parece ser que el mundo olvidará a estos valientes con el tiempo. No debemos permitir que eso ocurra», señaló.
Bielorrusia está sumida en una grave crisis política interna desde las elecciones presidenciales del 9 de agosto, consideradas como amañadas. Tras 26 años en el poder, Lukashenko, a menudo llamado «el último dictador de Europa», volvió a declararse vencedor, con el 80,1 por ciento de los votos.
El movimiento democrático del país, en cambio, ve a la líder de la oposición, Svetlana Tijanóskaya, como la ganadora. La UE tampoco reconoce ya a Lukashenko como presidente, quien hace reprimir con brutal fuerza las protestas pacíficas.
Merkel reiteró que las de agosto no fueron elecciones democráticas. «No fueron ni libres, ni justas, ni transparentes», adujo, y mencionó que desde hace medio año, personas valerosas salen a la calle semana tras semana para protestar.
«Se manifiestan pacíficamente y con una perseverancia admirable contra el fraude electoral, por un cambio político y un cambio profundo en su país. Pero el Gobierno de Alexander Lukashenko solo tiene una respuesta a las manifestaciones pacíficas: la violencia», agregó.
Merkel explicó que con el denominado «Plan de acción sociedad civil de Bielorrusia», adoptado por el Gobierno alemán, miembros de la oposición allí perseguidos y personas en situación de emergencia humanitaria pueden ahora obtener más fácilmente visados y así refugio.
La mandataria germana precisó que Alemania quiere ayudar a víctimas de tortura que estén traumatizadas, crear becas y apoyar a los medios de comunicación independientes.
«Esto no decidirá la disputa entre justicia y opresión en Bielorrusia», reconoció Merkel. «Pero demuestra a las personas valerosas allí que estamos a su lado y escuchamos sus voces, hoy como hace medio año».