Berlín, 11 feb (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, admitió hoy ante el Parlamento que hubo deficiencias en la gestión para frenar la segunda ola de contagios con coronavirus, luego de que Alemania superara relativamente bien el comienzo de la pandemia.
«Luego no fuimos lo suficientemente cuidadosos ni lo suficientemente rápidos», comentó en su discurso en el Bundestag en alusión al segundo confinamiento dispuesto a partir de noviembre y que incorporó paulatinamente medidas más estrictas.
El miércoles, Merkel y los primeros ministros de los estados federados acordaron ampliar las restricciones hasta el 7 de marzo.
Esto significa que los restaurantes, bares, tiendas, instituciones culturales y de ocio permanecerán cerrados.
Por otra parte, los Gobiernos regionales decidieron tomar un camino individual en cuanto a la reapertura de escuelas y guarderías, cuyo cierre causa gran presión en las familias con niños.
Además, las peluquerías podrán reabrir bajo estrictas medidas de higiene a partir del 1 de marzo.
Asimismo, Merkel defendió la decisión de no fijar una hoja de ruta para nuevas flexibilizaciones. «Luchamos contra el virus, ese es nuestro adversario», señaló. «Y el virus no se rige por los datos, sino que el virus se rige por las cifras de infección y en cómo se propaga la infección», añadió.
«No creo que el ir y venir, el abrir y cerrar, aporte más previsibilidad a la gente que esperar unos días más y tener la visión general de que realmente se puede abrir también con continuidad», dijo Merkel.
Para el 1 de marzo, cuando reabran las peluquerías, hay «buenas perspectivas» de que pueda alcanzar una incidencia de 50 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en siete días en todo el país, agregó la canciller.
Según informó hoy el Instituto Robert Koch, ente encargado del control de enfermedades infecciosas, más de 2,3 millones de personas contrajeron el coronavirus en Alemania, de las cuales 63.635 murieron.