Múnich, 26 dic (dpa) – El Bayern Múnich parece poco dispuesto a día de hoy a recurrir al mercado de invierno para reforzar su plantilla, en la que nombres como Niklas Süle, Serge Gnabry, Kingsley Coman o Corentin Tolisso están pendientes de renovar sus contratos.
El director deportivo del campeón alemán, Hasan Salihamidzic, dejó entrever que no habría novedades de cara a la segunda mitad de la temporada: «Nuestra plantilla es de primera línea».
Sin embargo, la junta directiva presidida por Oliver Kahn tendrá que abordar cuestiones complicadas y urgentes en los primeros meses de 2022. La pregunta más importante es: ¿Qué será de Süle, Gnabry, Coman y Tolisso? Todos ellos cumplen contrato entre 2022 y 2023.
«Estamos gestionando dos años de pandemia», advirtió Kahn. El nuevo año continúa con los partidos a puerta cerrada por culpa de la variante ómicron del coronavirus. Un Allianz Arena vacío supone una pérdida de 3,5 millones de euros (casi cuatro millones de dólares) por cada partido jugado en casa sin público.
Esto complica el objetivo de atar a Gnabry, Coman y Süle, de 26, 25 y 26 años, respectivamente, por un período más largo después de las costosas renovaciones de Joshua Kimmich (contrato hasta 2025) y Leon Goretzka (hasta 2026).
Tras la marcha del austriaco David Alaba al Real Madrid, el defensa Süle y el francés Tolisso podrían marchar también gratis al final de la presente campaña. Eso sería molesto. Süle ha vuelto a estabilizar su rendimiento bajo el mando del entrenador Julian Nagelsmann. Sin embargo, también se dice que tiene debilidad por la liga inglesa.
Nagelsmann especuló con que «hay mercado» para el central. Kahn se mostró cauto sobre la permanencia de Süle: «Depende de que hallemos un punto en el que esto pueda funcionar para ambas partes».
Para el sucesor de Karl-Heinz Rummenigge al frente del club, un tema central del futuro es el «control salarial», ya que los sueldos de los mejores jugadores solo conocen una dirección: hacia arriba. La estructura salarial tiene un papel importante en este sentido.
«Nada me gustaría más que él prolongara su contrato», dijo Nagelsmann sobre Gnabry tras su hat-trick en la victoria por 5-0 en Stuttgart. El técnico también está encantado con Coman. El francés es «uno de los mejores laterales del planeta». Y por eso a Nagelsmann le «gustaría trabajar junto a Coman muchos años más».
Sin embargo, el Bayern no está dispuesto a pujar por Tolisso, de 27 años, tras costar 41,5 millones de euros. En cuatro años y medio, el campeón del mundo, repetidamente lesionado, solo ha estado sobre el terreno de juego en 64 de los 151 partidos de liga disputados.
El francés nunca ha conseguido ser importante a largo plazo. Es reemplazable en el centro del campo: detrás de Kimmich y Goretzka hay alternativas en el austriaco Marcel Sabitzer y el español Marc Roca. Al final de la primera mitad de la temporada, Jamal Musiala incluso ocupó con éxito su posición.
Para la segunda mitad de la temporada, la plantilla actual de Nagelsmann es suficiente. «Si tomamos los últimos seis meses, me alegro de que hayamos tenido la plantilla como la tuvimos, porque también necesitábamos a todos los jugadores», dijo.
Nagelsmann no es amigo de las grandes plantillas y Kahn considera que su papel es el de «mediador entre los intereses deportivos y los económicos», como declaró recientemente al diario muniqués «Süddeutsche Zeitung».
Para renovar a Süle, Gnabry y Coman, el club tendría que hacer un esfuerzo. Y, por otro lado, los contratos de sus veteranas estrellas Robert Lewandowski, Manuel Neuer y Thomas Müller, de 33, 35 y 32 años, respectivamente, expiran a mediados de 2023.
Los jugadores del Bayern que tienen un contrato en vigor más largo a día de hoy son Leon Goretzka, Jamal Musiala y Dayot Upamecano, que, como el de Nagelsmann, expira en 2026.
Por Klaus Bergmann (dpa)