Múnich, 25 sep (dpa) – Desde su inauguración hace una semana, la Oktoberfest de Múnich atrajo a unos tres millones de visitantes, 300.000 menos que en la anterior edición de la fiesta popular de la cerveza, en 2019, antes de la pandemia de coronavirus.
Según comunicó hoy el director del festival, Clemens Baumgärtner, la menor cantidad de personas no se debió al temor al coronavirus sino más bien al mal tiempo.
La primera fiesta de la cerveza de Múnich tras dos años de suspensión por la pandemia abrió el pasado fin de semana entre paraguas y abrigos gruesos, y desde entonces solo unos pocos días de clima otoñal soleado atrajeron al público a las tradicionales tiendas cerveceras.
No obstante, la dirección de la Oktoberfest se mostró muy satisfecha. «No estoy a la caza de cifras récord», dijo el asesor económico de la ciudad de Múnich al dar a conocer el balance provisional de público.
En cambio, destacó la importancia de que el festival se volviera a celebrar después de la cancelación de las dos ediciones anteriores debido a la pandemia.
Al igual que en el pasado, el parque «Theresienwiese» («Prado de Teresa», abreviado «Wiesn») cuenta con la presencia de familias y también muchos turistas, principalmente de habla inglesa.
«El temor de que la gente pudiera no venir después de dos años de pausa no se ha materializado», confirmó.
Ni los hosteleros, ni los tradicionales «Biergarten» o los servicios de seguridad tuvieron grandes carencias de personal a causa de la covid-19. Sin embargo, tanto los expertos en salud como los políticos esperan una ola de coronavirus después de la fiesta de la cerveza, al igual que en otros eventos masivos.
Este año, la Oktoberfest dura un día más, hasta el lunes 3 de octubre, feriado en el que se celebra el Día la Unidad Alemana.