Berlín, 15 ago (dpa) – Varios medios alemanes pidieron hoy al Gobierno ayuda para sus empleados locales en Afganistán en una carta abierta dirigida a la canciller Angela Merkel y al ministro de Relaciones Exteriores Heiko Maas.
En el escrito, solicitan un programa de visas de emergencia dado que la vida de estos colaboradores locales está en peligro ante el avance de los talibanes.
«Tras el repliegue de las tropas internacionales, también de las alemanas, crece la preocupación respecto de posibles actos de venganza de los talibanes hacia nuestros colaboradores», señala el texto.
«Nuestra cobertura, que ofreció a la opinión pública alemana y a los políticos análisis, datos e impresiones de ese país, no hubiera sido posible sin el trabajo y la valentía de los colaboradores afganos, que nos apoyaron in situ», añade.
La carta señala que los empleados afganos compartieron la fe en la libertad de prensa como elemento irrenunciable de una democracia estable, pacífica, basada en la igualdad, un valor que el Gobierno alemán apoyó fuertemente en Afganistán en los últimos 20 años.
«Los instamos a establecer un programa de visas de emergencia para colaboradores afganos de medios alemanes. Nos sumamos así a los pedidos de los medios británicos y estadounidenses a sus respectivos gobiernos», agrega el texto.
Entre los firmantes figuran la agencia alemana de prensa dpa, «Die Zeit», «Der Spiegel» y «Süddeutsche Zeitung».
El comunicado sostiene que el Gobierno alemán reconoció en varias ocasiones el rol central de los traductores afganos para el Ejército alemán y el inmenso peligro al que se ven expuestos por su tarea. Por ese motivo, añade, para ellos se creó un programa de visas especial. Lo mismo es necesario con urgencia para los colaboradores de medios alemanes, afirma.
«Sin estos valientes afganos, la opinión pública alemana y los políticos no hubieran podido ser informados sobre el marco en que se desplegó la intervención de las fuerzas alemanas durante veinte años. Para el compromiso de la República Federal Alemana en Afganistán, el trabajo de estas personas fue tan imprescindible como el de los traductores del Ejército», señala.