(dpa) – La doble M de «Maybach-Motorenbau» en el frontal y en los laterales, mucha madera y cuero: así es como se conocen los automóviles de lujo de esta fábrica de motores alemana que en 2021 celebra un aniversario redondo: hace 100 años, la firma lanzó su primer modelo, el Maybach W3.
A este estreno le siguieron tiempos turbulentos: el cese de la producción de vehículos, la adquisición por parte de Daimler, la fusión con otras marcas y, finalmente, el regreso del nombre en 2002 bajo la dirección de Mercedes-Benz.
El Maybach original, sin embargo, es conocido solo entre los aficionados a los automóviles. Estos vehículos históricos rara vez circulan por las carreteras, y la mayoría son propiedad de coleccionistas o son conservados en museos.
Helmut Hofmann, de la localidad bávara de Neumarkt, en el sudeste de Alemania, vive rodeado de estos coches: lleva más de 30 años dedicado a coleccionar modelos de la marca.
A mediados de los 80, un amigo le mencionó por primera vez la marca Maybach, e inmediatamente quedó fascinado con la historia y el trabajo de los ingenieros Wilhelm y Karl Maybach.
August Wilhelm Maybach, nacido en 1846, desarrolló, junto con el ingeniero y pionero alemán Gottlieb Daimler, uno de los primeros motores de combustión interna, y más tarde trabajó para Daimler construyendo coches de carreras y motores.
En 1909, Maybach dejó Daimler y, junto con su hijo Karl y el inventor alemán Ferdinand von Zeppelin, fundó su propia empresa, la fábrica Luftfahrzeug-Motorenbau GmbH, donde desarrollaron motores diésel y de gas para los dirigibles Zeppelin.
En 1918, la firma se rebautiza con el nombre Maybach-Motorenbau GmbH y comienza a fabricar motores para locomotoras y coches. El coche experimental W1 se construye en 1919, seguido por el primer coche de producción, el W3, en 1921.
En 1941, Maybach ya había fabricado unos 1.800 coches, incluido el primer doce cilindros de la marca a partir de 1929. En 1930, se lanza el modelo Zeppelin, también con doce cilindros.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Maybach se concentra en la construcción de motores para tanques, barcos y aviones, más tarde para locomotoras y barcos.
Volviendo a los años 80: el coleccionista Helmut Hofmann comienza a buscar uno de los 160 Maybach de época que aún existían y lo encuentra en Canadá. Así es como se desató una pasión que persiste hasta el día de hoy. Hofmann nunca dejó de buscar más vehículos, información y accesorios.
En un principio, los coches estaban aparcados en el garaje de su casa, más tarde en un hangar alquilado. Cuando el espacio se va quedando pequeño, una afortunada coincidencia juega a su favor: cerca de su casa se había desocupado una antigua nave industrial.
Hofmann la compró en 2006, la reformó y creó un espacio para sus 20 vehículos y una exposición permanente de bicicletas y motocicletas del fabricante «Express», también con sede en Neumarkt.
En 2009, Hoffnung inauguró el Museo Maybach. «Quiero compartir mi pasión. Como hasta entonces no había ningún museo Maybach, tuve que construirlo yo mismo», explica Hofmann.
Daimler-Benz había adquirido Maybach en 1960, pero no restableció la marca hasta 2002. Entre 2002 y 2012, se fabricaron los modelos Maybach 57 y 62, con el chasis de la serie W 140 de la clase S Mercedes-Benz y un aspecto similar al de los modelos sucesores de la serie W 220.
Desde 2014, la marca de lujo se llama Mercedes-Maybach. Todos los meses se suministran a China alrededor de 600 vehículos Maybach de la Clase S. Dos tercios de todos los coches fabricados en la planta de Mercedes-Benz en Sindelfingen, en el sudoeste de Alemania, circulan por carreteras chinas.
A finales de 2020, Mercedes presentó una nueva versión Maybach de la Clase S.
Visualmente, el vehículo destaca por un mayor número de cromados, un acabado de pintura bicolor opcional, una línea de separación dibujada a mano, una parrilla del radiador más grande, un capó más prominente y diferentes llantas. En el pilar C destaca el logotipo de Maybach iluminado.
¿Sería una opción para Helmut Hofmann? Al fin y al cabo, quien colecciona Maybach, también quiere conducir uno en el día a día. ¡Qué va! En la carretera, Hofmann conduce un antiguo Porsche 911 o un Mercedes familiar también entrado en años. Pero lo que más le gusta es andar en bicicleta: «Me relaja de la misma manera que un paseo en zepelín».
Por Fabian Hoberg (dpa)