Fráncfort, 3 mar (dpa) – Tras dos años de pérdidas por el parón derivado de la pandemia de coronavirus, la aerolínea alemana Lufthansa volvió en 2022 a obtener beneficios multimillonarios en su negocio diario, indican cifras dadas a conocer hoy en Fráncfort.
Gracias a la recuperación de la demanda de billetes y a los resultados récord en flete y mantenimiento, el beneficio operativo ajustado por partidas especiales (Ebit ajustado) superó los 1.500 millones de euros (1.590 millones de dólares).
Lufthansa cumplió así sus previsiones, que había elevado tres veces a lo largo del año, y colmó las expectativas de los analistas. En el ejercicio en curso, el director general, Carsten Spohr, aspira a aumentar «significativamente» el beneficio de explotación ajustado.
Los analistas esperaban recientemente que rondara los 1.650 millones de euros.
El año pasado, las aerolíneas del grupo Lufthansa, -la homónima, Eurowings, Swiss, Austrian y Brussels- transportaron un total de unos 102 millones de pasajeros, más del doble que 2021, el segundo año de la pandemia.
Sin embargo, las aerolíneas de pasajeros se mantuvieron en números rojos desde el punto de vista operativo, con 300 millones de euros, ya que los beneficios del segundo semestre no pudieron compensar las pérdidas del primer semestre, aún afectado por los efectos de la pandemia.
Sólo las filiales Swiss y Austrian consiguieron volver a la zona de beneficios en el conjunto del año.
Con los problemas en los nudos de conexión alemanes, la aerolínea principal Lufthansa terminó con unas pérdidas de explotación de 466 millones de euros. El director general del grupo, Carsten Spohr, dijo que espera que Lufthansa y la aerolínea de bajo coste Eurowings alcancen el punto de equilibrio en 2023.
El volumen de negocios del grupo aumentó un 95 por ciento, hasta casi 32.800 millones de euros. El resultado final fue un superávit de 791 millones de euros, tras unas pérdidas de casi 2.200 millones de euros el año anterior.
Spohr avisó sin embargo que espera un verano difícil. «El verdadero cuello de botella estará en los aeropuertos», pronosticó al presentar el balance.
En el mercado principal de Alemania, que sigue representando cerca de un tercio del volumen de negocios del grupo, hay problemas debido a la falta de personal y al escaso espacio aéreo ocupado por el ejército.
El ejecutivo precisó que Lufthansa ya ha recortado su programa de vuelos de verano (europeo) y volverá a hacerlo si sus socios reportan problemas previsibles.
Aunque los centros de conexiones del grupo fuera de Alemania vuelvan a estar a plena capacidad, Lufthansa tiene previsto operar entre el 85 y el 90 por ciento de su capacidad de 2019, lo que deja a Lufthansa por detrás de competidores como Air France-KLM y la matriz de British Airways, IAG.
Pero, según Spohr, se trata principalmente de garantizar la estabilidad de las operaciones. Estimó que el nivel anterior a la crisis no se alcanzará probablemente hasta finales del próximo año como muy pronto.
Para el próximo ejercicio, Lufthansa espera aumentar los beneficios en el transporte de pasajeros. Desde el punto de vista de Lufthansa, las condiciones parecen propicias. La situación de las reservas para Semana Santa y los meses siguientes es sólida.
Spohr anunció que en el primer trimestre es probable que los precios de los billetes se sitúen en torno a un 20 por ciento por encima del valor comparable del año 2019 anterior a la crisis, como lo han estado desde el verano pasado. Agregó que esta cifra aumentará a principios del verano.
La noticia fue bien recibida en el mercado bursátil. La cotización de Lufthansa subió este viernes más de un seis por ciento y su valor de mercado se situó en torno a los 12.500 millones de euros. Spohr resaltó que la capitalización bursátil fue superior solo en 2017. A pesar del beneficio anual, los accionistas no recibirán dividendo.