(dpa) – Olores molestos, aire cargado de polen y ahora también aerosoles que transmiten virus: a más tardar desde el estallido de la pandemia, los conductores de automóviles han desarrollado un olfato sensible y quieren respirar aire limpio en sus coches.
Los fabricantes responden a estas exigencias con sistemas de aire acondicionado cada vez más sofisticados.
Un ejemplo de ello es el nuevo modelo eléctrico EQS de Mercedes-Benz. La parte delantera de la berlina de lujo no alberga ni el motor, como en otros Mercedes, ni tampoco el «frunk» (maletero delantero), típico del Model S de Tesla.
Bajo su capó, que solo se puede abrir en un taller oficial, se oculta un innovador sistema de aire acondicionado: este equipa un filtro Hepa que promete una calidad de aire equivalente a la de un quirófano.
Para montar este equipo, la firma alemana ha sacrificado espacio de almacenamiento adicional. Así y todo, el EQS ofrece un maletero con capacidad de 610 a 1.770 litros que supera a otros vehículos de la Clase S y sin dudas satisfará las necesidades de almacenamiento de los clientes de la estrella.
La decisión de la marca, por otra parte, muestra la importancia que ha adquirido el tener aire fresco en el interior de los coches. «Si bien en un principio era prioridad sobre todo en Asia, a más tardar desde el comienzo de la pandemia ha pasado a serlo en el resto del mundo», afirma el director de la serie, Christoph Starzynski.
Así justifica el ejecutivo la instalación de un filtro más grande que una caja de bebidas y capaz de eliminar el 99,65 por ciento de las partículas nocivas con una superficie de absorción equivalente a 150 campos de fútbol.
Mercedes no está sola en la lucha contra el aire viciado en el interior de los coches. Después de años de desarrollo para garantizar una distribución perfecta de los flujos de aire en el coche y zonas de bienestar para cada ocupante, los ingenieros se centran ahora en lograr la pureza absoluta.
Los modernos sistemas de aire acondicionado detectan la calidad del aire y activan automáticamente el modo de recirculación. Además, ionizan el flujo de aire para eliminar los olores y ahora también filtran partículas cada vez más pequeñas.
El año pasado, por ejemplo, Rolls-Royce introdujo en el nuevo Ghost el primer sistema de climatización automática con un filtro de nanopartículas, que ahora también está disponible para algunos modelos de lujo de BMW. «Esta tecnología permite mantener fuera del vehículo determinadas partículas microbianas y alérgenos, además del polvo ultrafino», afirma el portavoz de prensa de la empresa bávara, Bernhard Ederer.
Ederer explica que, en el modo de recirculación, el interior del coche queda libre de casi todas las partículas, incluso más allá del nivel habitual. Gracias al acceso remoto a través de una aplicación, el sistema de climatización se puede programar incluso antes de que el conductor se siente al volante.
El tema del aire puro no se limita a los coches de alta gama. Honda, por ejemplo, ha presentado un nuevo filtro de aire del habitáculo para toda su gama de modelos. Este puede adquirirse como accesorio para su posterior instalación en el concesionario.
Según los japoneses, el filtro se basa en un «diseño multicapa que filtra, captura y suprime eficazmente los gases tóxicos del ambiente, así como partículas inorgánicas y biológicas y aerosoles».
Los tuneadores, por su parte, también han sabido reconocer la importancia del tema. Uno de ellos es la empresa Rolfhartge, de la región del Sarre, en el suroeste de Alemania.
Los caballitos de batalla de Rolf Hartge, dueño de la empresa, fueron tradicionalmente el rendimiento, la pintura y el cuero. Ahora, el empresario promete a sus clientes bienestar y salud, y para ello, está convirtiendo un Mercedes Clase G en una sala blanca sobre ruedas.
Según la empresa, el habitáculo del SUV no solo cuenta con un sistema de purificación de aire integrado, sino también con un revestimiento de superficie ultradelgado a base de cristal líquido. Este producto reduce eficazmente la adhesión de impurezas y, gracias a su efecto antiviral y antibacteriano, repele también virus, hongos, esporas y otras sustancias nocivas.
Según Hans-Georg Marmit, de la organización certificadora alemana KÜS, los conductores también deben contribuir a mantener el aire limpio en el interior de sus coches. «Porque un sistema de aire acondicionado es tan bueno como su mantenimiento», advierte el experto, refiriéndose expresamente a los intervalos de servicio de los fabricantes, durante los cuales se revisa el refrigerante y se sustituyen los filtros.
También hay que tener en cuenta el consumo adicional de combustible durante el funcionamiento. Dependiendo de la carga y el rendimiento, el sistema de aire acondicionado aumenta el consumo en hasta dos litros.
Marmit precisa que un buen sistema de aire acondicionado es una buena inversión, y no solo para protegerse de los virus, el polen y los malos olores o para evitar la aparición de hongos en los tubos de aire del coche.
«Especialmente en verano, activar el aire acondicionado es absolutamente necesario para garantizar la capacidad de concentración del conductor», enfatiza el experto, y añade que este contribuye a deshumidificar el aire y evitar que se empañen las ventanillas.
Por Thomas Geiger (dpa)