Buenas noticias y optimismo para la flora marina, pues los arrecifes de coral degradados pueden recuperarse y crecer tan rápido como los sanos cuatro años después de ser restaurados. Así se demuestra en una investigación realizada por investigadores de Indonesia y Reino Unido, y publicada este viernes en la revista ‘Current Biology’.
Los arrecifes de todo el mundo están gravemente amenazados por presiones locales y globales. En Indonesia, donde se llevó a cabo el estudio, la pesca con explosivos destruyó grandes áreas de arrecifes hace 30 o 40 años, sin signos de recuperación hasta ahora.
Los investigadores estudiaron estos arrecifes para evaluar si la restauración de los corales puede recuperar las importantes funciones ecosistémicas de un arrecife saludable.
«La velocidad de recuperación que vimos es increíble», asegura Ines Lange, de la Universidad de Exeter (Reino Unido).
Lange subraya que, “si bien la restauración de los arrecifes no puede resolver el problema de que los arrecifes están gravemente amenazados por el cambio climático, demuestra que las acciones de gestión activa pueden ayudar a aumentar la resiliencia de arrecifes específicos y recuperar funciones importantes que son críticas para la vida marina y las comunidades locales».
CARBONATO
Investigadores de la Universidad de Exeter desarrollaron un método para analizar los ‘presupuestos’ de carbonato de los arrecifes, es decir, la producción neta o erosión de la estructura del arrecife a lo largo del tiempo.
Estos balances de carbonato son un predictor clave de la capacidad del arrecife para crecer, mantenerse al día con el aumento del nivel del mar, proteger las costas de las tormentas y proporcionar hábitat para los animales del arrecife.
Para evaluar si estas funciones de los arrecifes vuelven tras la restauración de los corales y con qué rapidez, se midieron los balances de carbonato en los sitios de restauración de arrecifes del sur de la isla de Célebes (recuperados en unos meses, un año, dos o cuatro años), así como en sitios de control degradados y saludables.
En los años posteriores al trasplante de coral, la cubierta coralina, el tamaño de las colonias de coral y las tasas de producción de carbonato se triplicaron. Después de cuatro años, los sitios de restauración eran indistinguibles de los arrecifes sanos cercanos en todos los parámetros investigados.
Esto significa que, cuatro años después, los arrecifes restaurados crecen a la misma velocidad que los arrecifes sanos, proporcionan un hábitat similar para la vida marina y protegen eficientemente la isla adyacente de la energía de las olas y la erosión.
“Este es un descubrimiento realmente alentador. Si podemos mantener condiciones climáticas que permitan la supervivencia de los corales, es posible restaurar incluso arrecifes muy dañados a sistemas saludables y funcionales en períodos de tiempo relativamente cortos», subraya Tim Lamont, de la Universidad de Lancaster (Reino Unido).