Berlín, 7 ene (dpa) – La Ópera Estatal de Berlín busca sucesor después de que el director de orquesta y pianista argentino-israelí Daniel Barenboim renunciara por motivos de salud a su cargo de director musical.
Barenboim, de 80 años, pidió el viernes la disolución de su contrato el 31 de enero. Ocupó el cargo desde 1992 y en el otoño europeo de 2000 fue elegido director titular vitalicio por la Orquesta Estatal de Berlín (Staatskapelle).
Ahora toca tomar decisiones al encargado de Cultura de Berlín, Klaus Lederer, en su calidad de presidente del consejo de la Fundación Ópera de Berlín, al director artístico de la Ópera Estatal Matthias Schulz y a la sucesora designada, Elisabeth Sobotka, directora del Festival de Bregenz, que asumirá la dirección artística en 2024.
No será sencillo encontrar un sucesor para Barenboim. Pocas figuras dejaron una impronta tan importante en el mundo de la música clásica en las últimas décadas. El director y pianista es considerado uno de los genios musicales de la actualidad.
La Konzerthaus (Sala de Conciertos) de Berlín decidió, en una situación similar, hacer un cambio rotundo. Allí asumirá este año como directora musical Joana Mallwitz, de 36 años, sucediendo a Christoph Eschenbach, de 82 años.
Se considera que el alemán Christian Thielemann, de 63 años, es un posible candidato a suceder a Barenboim.
Thielemann ya sustituyó al argentino en la nueva puesta en escena de «El anillo del Nibelungo», de Richard Wagner en la Ópera Estatal. También lo reemplazó durante la gira asiática de la Staatskapelle. De todas maneras, Thielemann tiene contrato hasta 2024 con la Staatskapelle de Dresde.
Luego de anunciar su retiro, Barenboim fue ovacionado de pie la noche del viernes tras un concierto con la Filarmónica de Berlín. Primero dirigió un concierto para piano de Robert Schumann con la también argentina Martha Argerich al piano. A continuación, dirigió la segunda sinfonía de Johannes Brahms.
Los aplausos estallaron cuando Argerich y Barenboim se sentaron juntos al piano para un bis y tocaron a cuatro manos un fragmento de «Jeux d’enfants», de George Bizet.
Barenboim, que desde hace tiempo padece problemas de salud, anunció su renuncia el viernes por la mañana. «Por desgracia, mi salud se ha deteriorado considerablemente en el último año. Ya no puedo ofrecer el rendimiento que con razón se exige a un director musical», declaró, aunque también señaló que continuará activo como director de orquesta.
A principios de octubre el músico, que también tiene la nacionalidad española y la palestina, había anunciado a través de redes sociales su retiro temporal tras haberle sido diagnosticada «una grave enfermedad neurológica».
Volvió al podio visiblemente debilitado para dirigir el Concierto de Año Nuevo en la Ópera Estatal con la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven.
En los últimos tiempos, tuvo que suspender varios conciertos a causa de su salud. Por ejemplo, un concierto previsto para su 80 cumpleaños el 15 de noviembre, en el que iba a tocar el piano.