La OMS hizo público el lunes un informe de la Alianza para la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIP, por sus siglas en inglés), que concluye que la hambruna “es inminente” en la Franja de Gaza y se espera que la mitad de su población (1,11 millones de personas) se enfrente en breve a condiciones catastróficas.
Toda la población de la Franja de Gaza (2,23 millones) se enfrenta a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda, según el nuevo documento: «Entre mediados de marzo y mediados de julio, en el escenario más probable y bajo el supuesto de una escalada del conflicto que incluya una ofensiva terrestre en Rafah, se espera que la mitad de la población de la Franja de Gaza (1,11 millones de personas) se enfrente a condiciones catastróficas (o Fase 5)».
Se trata del nivel más grave en la escala de inseguridad alimentaria aguda de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria, lo que supone «un aumento de 530.000 personas (92%) en comparación con el análisis anterior».
De acuerdo el informe, el escenario más probable en el norte de Gaza y en otros territorios palestinos es que se encuentran “con pruebas razonables” de estar en situación de hambruna. Además, unas 210.000 personas han entrado en lo que se denomina “fase de catástrofe”.
Los datos del CIP ponen de manifiesto que la continuación del conflicto «probablemente agravarán» el aumento de las vulnerabilidades, debido a la escasez de alimentos y agua y la precariedad de la atención médica y la red de saneamiento.
«El análisis de inseguridad alimentaria aguda realizado en diciembre de 2023 advirtió del riesgo de que se produjera una hambruna a finales de mayo de 2024 si no se producía un cese inmediato de las hostilidades y un acceso sostenido para el suministro de suministros y servicios esenciales a la población”, explica el informe.
Añade, además que “desde entonces, no se han cumplido las condiciones necesarias para evitar la hambruna y las últimas pruebas confirman que la hambruna es inminente en las gobernaciones septentrionales». Además, «se prevé que se produzca en cualquier momento entre mediados de marzo y mayo de 2024”.
Según el documento, «las gobernaciones meridionales de Deir al-Balah y Khan Younis, y la gobernación de Rafah, están clasificadas en la Fase 4 (o emergencia) del CIP» y, en el peor de los casos, estas gobernaciones se «enfrentan a un riesgo de hambruna hasta julio de 2024».
Como miembro de la Alianza para la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria, la OMS aportó información sobre la situación sanitaria para realizar esta evaluación. El conflicto «está limitando enormemente» la capacidad de prestar asistencia sanitaria vital a la población.
Además, en febrero de 2024, continuaron los ataques contra instalaciones, infraestructuras y servicios sanitarios. Por último, según el Clúster de Salud, a fecha de 5 de marzo de 2024, solo dos hospitales estaban en pleno funcionamiento en el norte de Gaza y ningún Centro de Atención Primaria.
«Las infecciones respiratorias agudas y las enfermedades diarreicas están muy extendidas entre los niños menores de cinco años, lo que los expone a un deterioro nutricional de alto riesgo», concluyó la OMS.