(dpa) – Siempre vale la pena mirar el suelo en Berlín, ya que es frecuente encontrar pequeños objetos o sitios históricos conmemorativos entre los adoquines de sus aceras.
Ejemplo de ello son los llamados «Stolpersteine» (literalmente: piedras con las que se tropieza), pequeños adoquines de latón con los nombres de personas perseguidas y asesinadas por los nazis y que suelen encontrarse a la entrada de las viviendas o edificios donde alguna vez residieron o trabajaron esas personas.
En otras partes de la ciudad es posible observar líneas que señalizan por dónde pasaba el Muro de Berlín, que en tiempos de la Guerra Fría dividía en dos la ciudad, aunque es fácil pasarlas por alto, ya que ese trozo de historia ha desaparecido visualmente en gran medida con el paso de los años.
Pero en una zona de Berlín apareció una nueva línea en el suelo, que no da ningún tipo de referencia a quienes pasan por encima de ella como para entender su origen. Se trata de una misteriosa línea tallada en las aceras y calles de todo un barrio.
En los últimos años, cada vez más personas tomaron nota de la delgada línea que aparece y desaparece a lo largo de una distancia de unos dos kilómetros por varias aceras del moderno barrio de Neukölln.
Uno de sus habitantes lanzó incluso un paseo a pie siguiéndola y está haciendo una campaña para descubrir su origen. «No hay nada acerca de ella», dice el organizador del recorrido, Stefan Tolkmitt, en su blog para recabar datos, teorías e información sobre la línea.
Incluso el alcalde de Neukölln, Martin Hikel, se involucró en los esfuerzos por descubrir la historia detrás de esta línea de aproximadamente un centímetro de profundidad tallada en los adoquines, aunque no logró descubrir nada, de acuerdo con la web.
Los funcionarios de la ciudad saben de la línea desde hace al menos ocho años. Llevaron a cabo investigaciones internas y preguntaron a los dueños de las tiendas y los vecinos, pero lo cierto es que nadie conoce el origen de ella, según informó el diario «Berliner Kurier».
«Tiene que haber sido tallada, en parte en el asfalto, en parte en los adoquines, con equipamiento realmente pesado», especula Tolkmitt en su blog. «Tiene que haber hecho mucho ruido. Y tiene que haber llevado más que unos minutos», escribe, pidiendo información a quien pueda saber algo. «¿Cómo puede ser que nadie se haya dado cuenta?», se pregunta.
El paseo a pie, que se puede recorrer con ayuda del teléfono móvil, fue bautizado «Walk The Line» (camina la línea) y se puede hacer en inglés o alemán sin reserva previa. Simplemente hay que descargar las instrucciones en el teléfono y buscar la línea.
Las personas de espíritu más aventurero también pueden dirigirse a la parada de autobús de Weisestrasse, cerca de la estación de metro Boddinstrasse, y experimentar la satisfacción de encontrar la línea por su cuenta.
Neukölln, un barrio conocido por su gran población inmigrante, vale la pena una visita más allá de esta línea. Entre otras cosas, se puede disfrutar de sus restaurantes turcos y árabes y de su vida nocturna.
El tour lleva a los curiosos hacia el sur a través de un área de Berlín conocida por sus bares, cafés y restaurantes de moda, no muy lejos del viejo aeropuerto de Tempelhof, hoy en día un bullicioso parque en el que se hacen pícnics, parrilladas, festivales y se remontan barriletes.
En mayo de este año, Tolkmitt escribió en su blog que recibió una pista anónima según la cual la línea puede haber formado parte de un proyecto artístico en 2012.
Mientras que la línea termina de forma tan abrupta como comienza, el misterio no se acaba. Hasta ahora, Tolkmitt no ha podido contactar al artista o galería supuestamente responsable como para que le explique el significado de la línea.
Por Coman Hamilton (dpa)