Wiesbaden (Alemania), 29 oct (dpa) – La economía alemana se mantuvo rumbo al crecimiento en el tercer trimestre en especial gracias al consumo interno y registró un aumento del 1,8 por ciento respecto al trimestre anterior, según datos estimativos de la Oficina Federal de Estadística.
Las últimas cifras indican que la mayor economía de Europa llegó a crecer un 1,9 por ciento en el segundo trimestre.
Sin embargo, el producto interior bruto (PIB) continúa siendo inferior a los valores previos a la pandemia. En relación con el cuarto trimestre de 2019, el período anterior a la crisis, en el tercer trimestre de este año el PIB fue un 1,1 por ciento inferior.
El crecimiento económico entre julio y finales de septiembre fue impulsado principalmente por el incremento del consumo. Las restricciones para combatir la pandemia, con cierres temporales de restaurantes, gimnasios y tiendas, se han ido flexibilizando desde mediados de mayo.
Por otra parte, la industria está sufriendo escasez de material y cuellos de botella en el suministro, que son un efecto de la crisis. El año pasado, la demanda se desplomó, pero con la recuperación económica, vuelve a repuntar en todo el mundo. Las materias primas y los productos intermedios, como los semiconductores, escasean y se han encarecido mucho.
A pesar de que las carteras de pedidos están llenas, algunas empresas alemanas tienen que reducir la producción. Por ello, el Gobierno y los economistas esperan que la recuperación se ralentice considerablemente hacia finales de año.
Dados los actuales cuellos de botella en el suministro y los elevados precios de la energía en todo el mundo, en 2021 no se producirá la esperada «aceleración final», según declaró recientemente el ministro de Economía, Peter Altmaier, quien señaló que la escasez de bienes intermedios actual es única en la historia.
El Gobierno rebajó las expectativas de crecimiento para 2021. Tras el desplome del PIB inducido por la crisis en 2020, espera que la producción económica aumente un 2,6 por ciento este año, mientras que en abril preveía un incremento del 3,5 por ciento.
Para 2022, se estima un crecimiento económico del 4,1 por ciento en lugar del 3,6 por ciento anterior.
Los principales institutos de investigación económica de Alemania también rebajaron considerablemente sus previsiones para este año y esperan un crecimiento del 2,4 por ciento.