(EP) – El Gobierno iraquí ha anunciado este domingo el comienzo de una investigación inmediata para averiguar el paradero de 2.500 millones de euros robados de un fondo bancario de la Autoridad General Tributaria de Irak, en uno de los mayores escándalos registrados en la historia reciente del país.
La sustracción fue anunciada el sábado por el ministro para el Petróleo, Ihsan Abdul Jabbar, y confirmada hoy por el primer ministro Mohamed Shia al Sudani.
Abdul Jabbar explicó que una investigación del Ministerio de Finanzas, cartera que dirigía hasta su dimisión esta semana, había revelado que «un grupo específico», sin dar detalles, se había hecho con 3,7 billones (con ‘b’) de dinares iraquíes, unos 2.500 millones de euros, en un fondo de la autoridad tributaria nacional en el banco Rafidain.
El Rafidain, el banco más grande de Irak, con 165 sucursales dentro de Irak y oficinas en El Cairo, Beirut, o Abu Dabi, ha asegurado que no tiene nada que ver con la sustracción de esta cantidad, recaudada entre septiembre de 2021 y agosto de 2022.
«La tarea del banco se limitó a desembolsar los bonos de la Autoridad General Tributaria de sus sucursales tras verificar la validez de su emisión», ha asegurado el banco en una nota recogida por la agencia oficial de noticias iraquí INA.
El primer ministro Al Sudani ha asegurado en las redes sociales que la resolución de este escándalo ha adquirido un carácter «prioritario».
«No dudaremos en adoptar medidas para frenar la corrupción, que se ha extendido descaradamente en las articulaciones del Estado y sus instituciones», ha avisado en relación al largo historial de corrupción que azota a un país que ocupa el puesto 157 de los 180 recogidos en el Índice de Transparencia Internacional.