Berlín, 5 sep (dpa) – Los socialdemócratas y los verdes se mostraron dispuestos hoy a formar gobierno juntos tras las elecciones que decidirán quién sucederá a Angela Merkel, mientras que los conservadores alertaron en cambio de un giro a la izquierda en Alemania.
Dirigentes de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y de su aliada bávara, la Unión Social Cristiana (CSU), exigieron al Partido Socialdemócrata (SPD) que diga con claridad que no va a gobernar con los poscomunistas del partido La Izquierda, lo que en su opinión abocaría al país a un curso peligroso.
El líder de la CSU, Markus Söder, declaró al periódico «Welt am Sonntag» en relación con las opciones de coalición del SPD: «Debemos dejar aún más claro que sólo hay dos posibilidades. O un deslizamiento hacia la izquierda con el partido La Izquierda o con un semáforo», en referencia a los colores en caso de una coalición con los liberales del FDP y Los Verdes.
En su opinión, una coalición de SPD y verdes con el FDP también sería «un deslizamiento diluido hacia la izquierda», ya que este último, como socio más pequeño, no podría impedir «las políticas de izquierda».
Por su parte, el candidato del SPD y favorito para suceder a Merkel en las encuestas, Olaf Scholz, aseguró que está dispuesto a dirigir el país en una coalición con Los Verdes.
Scholz dijo que nunca hubo «ninguna duda» sobre el partido con el que espera trabajar después de las elecciones nacionales del 26 de septiembre.
«Me gustaría gobernar junto con los verdes. Nunca he tenido ninguna duda al respecto. Ya he trabajado con los verdes en varios gobiernos, tanto en el federal como en el de Hamburgo», dijo al diario «Tagesspiegel».
«Somos partidos diferentes, tenemos objetivos diferentes, pero tenemos muchas cosas en común», añadió el actual ministro de Finanzas en el gobierno de coalición liderado por Merkel.
Por otra parte, el dirigente criticó al partido La Izquierda por rechazar recientemente en una votación en el Parlamento la operación de rescate de las fuerzas armadas alemanas en Afganistán, aunque hasta el momento se ha negado a excluir la posibilidad de una alianza.
«Quien quiera asumir la responsabilidad de gobierno en Alemania debe comprometerse claramente con la cooperación con Estados Unidos, con la asociación transatlántica y con el hecho de que necesitamos a la OTAN para nuestra defensa y nuestra seguridad», dijo.
Y añadió: «Los que voten al SPD para que yo sea canciller pueden contar con ello».
Scholz respondía así a las acusaciones del candidato a canciller de la CDU de Merkel, Armin Laschet, quien había dicho el sábado que si La Izquierda quiere disolver la OTAN y la Oficina para la Protección de la Constitución (el servicio secreto interior de Alemania), estas eran razones «por las que no se debería permitir a estas personas sentarse en un gobierno alemán».
El líder de la CDU acusó a Scholz de no tener una posición clara al respecto. «¿Nombrará a un ministro de izquierdas cuando sea canciller, sí o no?»
Por su parte, en una mesa redonda con Scholz en la ciudad de Potsdam, la candidata de Los Verdes, Annalena Baerbock, aceptó el reto y se mostró a favor de un gobierno de ambos partidos, si bien ve grandes diferencias en la protección del clima.
«No necesitamos electricidad renovable hasta 2045, la necesitamos para 2030», dijo. «Si necesitamos y queremos un cambio real, entonces los verdes deben estar al frente, porque si no, no hay protección climática».
Baerbock también atacó a la CDU/CSU y al FDP. «Se concentran sobre todo en aliviar la carga de los ricos y no tienen idea de cómo van a realizar las inversiones necesarias para impulsar la modernización», declaró la dirigente al periódico «Frankfurter Rundschau».
Las últimas encuestas muestran a Scholz como favorito para convertirse en canciller, por delante del democristiano Armin Laschet, el candidato del centroderecha de Merkel que lideró la carrera durante meses.
Si la ventaja de Scholz se mantiene hasta el día de las elecciones, supondría un cambio notable para el SPD, que durante años ha sufrido un revés electoral tras otro, tanto a nivel regional como nacional.
Sea cual sea el resultado, es probable que ningún partido salga con mayoría absoluta, por lo que los candidatos se ven presionados a decir con quiénes están dispuestos a trabajar en una coalición de gobierno.
El periodo de formación de gobierno -el primero sin Merkel en 16 años- tiene el potencial de ser un asunto complicado, de acuerdo con los observadores políticos.
Por Sascha Meyer (dpa)