Berlín/Múnich, 8 ago (dpa) – Los primeros estudios científicos sobre los efectos del abono mensual de 9 euros (9,18 dólares), subvencionado por el Gobierno alemán para facilitar el uso del ferrocarril en lugar del transporte privado, revelan que la medida no hace que los ciudadanos germanos usen menos el coche.
«Muchos de los datos actuales hay que tomarlos con prevención», dijo a dpa Philipp Kosok, director de proyectos de transporte público del grupo de interés Agora Verkehrswende.
«Sin embargo, los datos disponibles son muy alarmantes. Indican que el abono de nueve euros generará más tráfico (automovilístico) y, sobre todo, que apenas ha habido desplazamiento», agregó en referencia a la preferencia por seguir utilizando vehículos privados.
Por lo tanto, el ensayo no tiene un efecto positivo de protección del medio ambiente, posiblemente incluso negativo, añadió Kosok. «Los indicios apuntan a que no tenemos ningún beneficio climático claro con esta acción».
Una encuesta de la Asociación de Empresas de Transporte Alemanas (VDV), así como un estudio realizado recientemente en el área metropolitana de Múnich, mostraron que solo un tres por ciento de los encuestados dejó el coche en favor del transporte público.
A su vez, los investigadores dirigidos por Jan Christian Schlüter, de la Universidad Técnica de Dresde, se han dedicado sobre todo a la decisión de compra y a la sensibilidad al precio en posibles ofertas adicionales.
Los argumentos más importantes para utilizar el abono de nueve euros fueron el precio y la sencillez de la oferta. Sin embargo, muchas personas también dijeron que querían probar el transporte público. Será interesante comprobar si los usuarios compraron el abono mensual por segunda vez, dijo Schlüter.
El sistema de abono mensual instaurado por el Gobierno alemán entró en funcionamiento el 1 de junio y finalizará el 31 de agosto y permite utilizar las redes ferroviarias locales y regionales durante un mes de forma ilimitada. Quedó fuera de la oferta la red alemana de alta velocidad.