Kiel (Alemania), 15 feb (dpa) – La economía alemana es muy dependiente de China en algunos sectores, como el de las computadoras portátiles, los celulares o ciertos productos médicos, según un análisis publicado hoy por el instituto de investigación económica IfW.
Pese a ello, la dependencia global de la economía alemana es mucho menor de lo que sugieren las estadísticas comerciales clásicas, señaló el organismo con sede en la ciudad de Kiel. Añadió que solo una parte muy pequeña de la producción germana depende de insumos chinos.
En el caso de algunas materias primas y productos concretos, según el análisis, China domina el suministro y no puede ser sustituida como proveedor a corto plazo. Por tanto, opinó Alexander Sandkamp, uno de sus coautores, es urgente que se ponga en marcha una estrategia de mayor diversificación.
De acuerdo con los resultados del estudio, el porcentaje de importaciones procedentes de China es del 80 por ciento en el caso de las portátiles, del 68 por ciento en teléfonos móviles y del 62 por ciento en piezas informáticas como tarjetas de sonido y gráficas.
Se añadió que, algunas tierras raras y materias primas importantes, como el escandio y el antimonio, son importadas de China en un 85 por ciento o más. Estos materiales son necesarios para la producción de baterías y el revestimiento de superficies.
En el caso de las mascarillas respiratorias o los analgésicos, se detalló, la cifra importada supera el 90 por ciento en algunos casos.
Los expertos del IfW identificaron 221 productos en los que China y Taiwán dominan conjuntamente las importaciones alemanas.
En total, sin embargo, la importancia de China para la economía alemana es sorprendentemente baja. Solo el 0,6 por ciento de los insumos directos necesarios para la producción germana proceden de ese país, menos que de Estados Unidos y Francia.
De forma directa, el 1,4 por ciento de los bienes y servicios consumidos en Alemania procedían de China, cifra que se eleva al 2,7 por ciento si se incluyen las interdependencias indirectas.
Según el IfW, las cifras contrastan con las estadísticas actuales, según las cuales China es el país de origen más importante de todas las importaciones alemanas, con algo menos del 12 por ciento.
Según los cálculos del modelo, una disociación de la Unión Europea (UE) de China con una reducción del comercio del 97 por ciento reduciría la producción económica de Alemania en un 1,0 por ciento a largo plazo, en caso de que se establezcan nuevas estructuras de suministro.