Düsseldorf (Alemania), 27 dic (dpa) – Casi el 31 por ciento de las personas de más de 14 años fuma en Alemania, lo que representa un aumento, según se desprende de un estudio representativo titulado «Encuesta Alemana sobre el Hábito de Fumar» (Debra).
A fines de 2019, antes de la pandemia, la proporción de fumadores entre las personas de más de 14 años era del 27 por ciento, mientras que un año antes había sido del 27,5 por ciento. A partir del 1 de enero de 2022 habrá por primera vez en siete años un aumento del impuesto al tabaco en Alemania.
El investigador en adicciones y director de Debra, Daniel Kotz, dijo a dpa que es probable que en el último año más ex fumadores hayan vuelto a fumar. «Si el estrés causado por el coronavirus o los efectos generales de la pandemia juegan un rol en esto es entrar en el terreno de la especulación, pero puede ser», apuntó.
Indicó que también es probable que en situación de teletrabajo la gente eche mano del cigarrillo con más facilidad que en una oficina normal.
El epidemiólogo Kotz, director del Centro de Investigación en Adicciones en el Centre for Health and Society (chs) de la Clínica Universitaria de Düsseldorf dijo que antes del coronavirus ya se observaba un retroceso en la motivación para dejar de fumar en Alemania.
Añadió que la llamada tasa de intentos de abandonar el cigarrillo también está en retroceso. De todas formas, aclaró que entre los más jóvenes hay una clara tendencia a no empezar siquiera a fumar.
Para dimensionar la tasa de fumadores en Alemania, Kotz hizo referencia al Reino Unido, donde se hizo un estudio comparable. Allí, la proporción de fumadores cae de forma continua desde hace años y se encuentra actualmente en un 15 por ciento.
A modo de comparación: en Inglaterra, un atado de cigarrillos de marca cuesta unos 13 euros (14,7 dólares) y con ello casi el doble que en Alemania. Actualmente, un paquete de cigarrillos de marca cuesta en Alemania unos siete euros (unos 8,40 dólares).
Debido a su cantidad de fumadores y el precio comparativamente bajo de los cigarrillos, Alemania puede seguir siendo considerada un paraíso para fumadores y un país de tabaco. En países vecinos como Suiza, Francia, Bélgica, Holanda y Dinamarca, los cigarrillos son más caros.
Sin embargo, en otros países europeos son incluso más baratos, como en Austria, España, Italia, Polonia y República Checa.
En Alemania, los impuestos para un paquete con 20 cigarrillos aumentarán en el nuevo año en 10 céntimos. En 2023 se sumarán 10 céntimos más, y en los años 2025 y 2026 se añadirán 15 céntimos más respectivamente al atado.
A partir del 1 de enero de 2022 entra en vigor el nuevo impuesto sobre el tabaco. También aumentarán los impuestos sobre el tabaco para narguile y el tabaco calentado, que hasta ahora pagaban menos, algo similar al tabaco para pipa.
Asimismo subirán los impuestos a los líquidos para cigarrillos electrónicos, pero a partir del 1 de julio de 2022.
El impuesto sobre el tabaco es una fuente de ingresos importante para el Estado germano: el año pasado, el fisco recaudó gracias a él casi 15.000 millones de euros (casi 17.000 millones de dólares). Que el Estado quiera imponer también mayores impuestos al tabaco calentado no sorprende debido a que el mercado crece.
Los llamados productos «heat-not-burn» son cigarrillos electrónicos en los que un tabaco especialmente preparado es recalentado a un par de cientos de grados sin que se produzcan ceniza o humo. El aparato se aspira como un cigarrillo convencional.
De acuerdo con un portavoz de Philip Morris, tan solo en Alemania hay actualmente unos 500.000 usuarios de estos cigarrillos «Iqos» de tabaco calentado entre el total de 22 millones de fumadores.
La participación en el mercado combinado de cigarrillos y productos para tabaco calentado es del tres por ciento (cuota medida por las ventas en unidades).
En el caso de estos calentadores de tabaco se producen aerosoles con menos sustancias dañinas que cuando se fuman cigarrillos comunes, según demuestran algunos estudios, varios de ellos financiados por los mismos fabricantes.
De acuerdo con los estudios, alrededor del 13 por ciento de la mortalidad en Alemania puede atribuirse al tabaquismo. Alrededor de una cuarta parte de estos casos se produce en personas en edad laboral activa.
Cada año, mueren unas 125.000 personas en Alemania como consecuencia del consumo de tabaco. Eso significa que en un año mueren más personas por el tabaco que las que murieron debido al coronavirus en casi dos años.