El organismo autónomo Establecimientos Residenciales de Asturias (ERA) dispone actualmente de una plantilla de 2.200 trabajadores para atender a 3.073 personas, con una media de edad de 82 años, en los centros y recursos de gestión directa. Estos números suponen una ratio de profesionales del 0,45, muy superior a la exigida en el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, y que se sitúa en 0,31 para este año y 0,33 para 2024.
Los datos, han sido aportados hoy por la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, durante su comparecencia en la Junta General. «Las cifras dejan claro el firme compromiso del Gobierno de Asturias con la calidad de un servicio público de primer orden, capaz de dar respuesta adecuada a las expectativas de los asturianos y asturianas”, ha subrayado. Además, ha precisado que el ERA atiende a personas con y sin dependencia reconocida, “una circunstancia única en todo el país”.
La titular de Derechos Sociales ha destacado que este año se ha producido “el proceso de mayor calado” llevado a cabo en la historia del ERA para la consolidación de la plantilla, con la incorporación de 500 trabajadores, un 28% más que en 2022. Este hecho ha significado “un salto cualitativo más que relevante, porque ha permitido elevar la calidad del empleo y por tanto redunda en mejor atención a las personas residentes, que es nuestra prioridad”.
El incremento no ha sido un hecho aislado: desde 2019, el organismo ha ampliado su plantilla en 688 profesionales, lo que ha supuesto 14 millones de incremento en gasto para abonar las nóminas, un 18% de crecimiento.
El dato más relevante en la gestión de los recursos humanos del organismo es, según ha afirmado Álvarez, el incremento del 5,6% (4.455.120 euros) del gasto en 2023, “que también ha permitido consolidar el complemento de 50 euros vinculado a implantación del modelo de cuidados de larga duración percibido por todo el personal de atención directa, fruto del acuerdo presupuestario de 2022”.
El citado plus se suma a otros ya reconocidos, como los de penosidad, turnicidad o el complemento de auxiliares de enfermería y carrera horizontal, “que marcan la diferencia no solo en cuanto a calidad del empleo sino también en las retribuciones”. Con estas mejoras, la diferencia salarial entre las auxiliares de enfermería del ERA y las del sector privado llega a 780 euros mensuales.
“Todas estas actuaciones evidencian nuestro compromiso con más y mejor empleo en el ERA y con las miles de familias que depositan su confianza en un organismo público que cuida a quienes más quieren”, ha enfatizado la consejera. A este propósito, ha reiterado la voluntad de diálogo del Gobierno de Asturias con las representantes sindicales del ente: hasta ahora, ya se les han ofrecido cinco fechas de reunión que han rechazado.
Nuevo modelo de gestión
Álvarez ha abogado por un amplio acuerdo político y social para asegurar la sostenibilidad del sistema en los próximos años, puesto que la presión asistencial crecerá como consecuencia del aumento de la población de personas mayores. En este sentido, se ha referido a los “cambios estructurales” que se están afrontando para consolidar al organismo como referente del nuevo modelo de cuidados en Asturias, ya reflejados en el proyecto Como en casa y en la estrategia CuiDAS.
Con este mismo objetivo ha citado la próxima ejecución de diversas obras en los centros Valentín Palacio (Siero), Santa Teresa (Oviedo), La Mixta (Gijón) y L’Infiesto, que permitirán la creación de unidades de convivencia o la mejora de la accesibilidad en el conjunto de equipamientos. A estas actuaciones, se sumará la construcción de nuevas residencias en Cangas del Narcea, Navia, Allande y Corvera.
La consejera ha resaltado la necesidad de acometer un cambio “imprescindible y urgente” en el modelo de gestión del ERA, que se producirá en 2024, para garantizar el futuro de un organismo “que ha sido capaz de enfrentarse a los momentos más duros de una crisis sanitaria sin precedentes, al tiempo que ha mantenido la actividad ordinaria”.
El nuevo modelo reforzará los servicios centrales, que ahora sólo cuentan con una plantilla de nueve personas, a la vez que permitirá una tramitación contable más ágil en un servicio público “llamado a adaptarse a la nueva realidad social”, según Álvarez.
“Estas iniciativas tendrán un impacto positivo en las personas residentes y sus familias y también en el conjunto de profesionales que trabajan en los centros, así como en las empresas que gestionan plazas concertadas y que nos prestan servicios”, ha añadido.