El Congreso de los Diputados rechazó con 180 votos en contra, 32 votos a favor y 137 abstenciones una proposición no de ley impulsada por Vox con el objetivo de defender la libertad de expresión, aunque, según el PSOE, los de Santiago Abascal dicen «una cosa» y hacen «la otra” porque hablan de libertad pero “son unos melancólicos del franquismo”.

Durante la defensa de la iniciativa, el diputado de Vox Manuel Mariscal alertó a los españoles de que “desde el Gobierno se está tratando de limitar su libertad de expresión”, que está “en peligro” porque “el mentiroso de Pedro Sánchez está obsesionado con el poder”, “quiere mantenerse a toda costa en él y sabe que para lograrlo tiene que controlarlo todo, incluida la libertad de expresión”.
Por ello, avisó, el presidente del Gobierno ha iniciado una “ofensiva” contra “el derecho a la libertad de expresión”. “Estamos seguros de que Pedro Sánchez durante su viaje a China estuvo fantaseando con una España donde la opinión pública esté tan manipulada y controlada como la opinión pública china”, añadió.
Según Mariscal, a Sánchez “le encantaría que todos los españoles” opinaran que el apagón de la semana pasada “fuera debido a un ciberataque ruso, cuando en realidad fue un fallo de su modelo energético donde se rechaza la energía nuclear”. En definitiva, continuó, quiere “controlarlo todo, especialmente la opinión pública”.
Además, aseguró que también quiere controlar “lo que dicen los españoles en las redes sociales”. Deploró que Sánchez anunciara que “perseguirá a los divulgadores de redes sociales con más de 100.000 seguidores que, según él, difundan desinformación” cuando “en España las mayores mentiras se han lanzado desde La Moncloa y desde Ferraz y nos la ha lanzado el pueblo español”.
El diputado de Vox deploró que Sánchez “nos está llevando a una tiranía donde al disidente se le persigue por lo civil, por lo penal y por lo económico”. Por ello, dijo, su partido registró esta iniciativa “en defensa de la libertad de expresión de todos los españoles y para decirles a todos ellos que estamos con ellos”.
“DESINFORMACIÓN»
Por parte del PP, Edurne Uriarte apuntó que lo que hace el Gobierno con la “desinformación” es “manipularla para atacar a la oposición y para ocultar sus corrupciones e ineficacias”. “Que los medios informan sobre casos de corrupción del PSOE, pues sale Sánchez a decir que es desinformación y ‘fake news’”, afeó.
En el “colmo del cinismo”, continuó, lo que hace “la izquierda gobernante es practicar ella misma la desinformación”. Por ejemplo, “convirtiendo al CIS en un gran aparato de desinformación y fabricando esas intenciones de voto a mayor gloria de Pedro Sánchez”, manifestó la diputada del PP.
Según Uriarte, la “izquierda y la ultraizquierda” pretenden “controlar a los medios críticos con ese plan de acción para la democracia” y “están obsesionados con las redes sociales”, ya que “les gustaría controlarlas como hacen todas las dictaduras del mundo”. “El socialismo sanchista tiene un problema con la libertad de expresión”, concluyó.
FRANQUISMO
Arnau Ramírez, diputado del PSOE, subrayó que el contenido de esta iniciativa “huele un poco a Chat GPT” e ironizó con que “para lo que les interesa sí que son modernos”. Denunció que este partido “dice una cosa y hace la otra” porque habla de libertad”, pero “son unos melancólicos del franquismo”.
A su vez, Ramírez denunció que se han escuchado en esta Cámara “muchas cosas muy dolorosas por parte de la gente de Vox”, ya que no ha tenido “ningún tipo de escrúpulo en hacer política difamando sobre personas del Gobierno, del PSOE”, “ha inventado, ha hecho lo que ha hecho falta” y “viene ahora aquí a hablarnos de libertad de expresión”.
“Son todo lo contrario a la defensa de la patria, a la España del 2025, a la libertad de expresión, a la libertad de creación, a la libertad cultural, al progreso, a la reconciliación” y “son división, lío y si Feijóo no quiere acabar siendo el Macri de Abascal, igual debería hacérselo mirar y, de una vez por todas, por favor, cortar ya con la ultraderecha”, declaró.
LIBERTAD
Por parte de Sumar, Jorge Pueyo acusó a Vox de no creer en la libertad de expresión, sino que lo que quiere es “impunidad para su guerra” porque su libertad, a diferencia de la del resto, «no acaba donde empieza la del otro, acaba con el otro”. Preguntó si los de Santiago Abascal “creen que había más libertad de expresión durante el franquismo» y criticó que esta formación dé “lecciones de librepensadores cuando son inigualables en censura”. “Inigualables no, muy parecidos a Franco”, matizó.
Desde el PNV, Mikel Legarda denunció que Vox se presente en esta iniciativa como “adalid para reconquistar la libertad de expresión” y apuntó que el hecho de que este partido se asocie «a la libertad de expresión en el sentido escrito o a sus manifestaciones” no deja de ser “un oxímoron como el de imaginarse un tigre vegetariano”.
Finalmente, el diputado de ERC Francesc-Marc Álvaro destacó que le hace “mucha gracia” que “los ultras se autodenominen disidentes” porque “no” lo son, sino que “sostienen una ideología destructiva” y van “en contra de las libertades”. Además, ironizó con que esta proposición no de ley se podría haber titulado como “elogio del bulo”.