Roma, 22 ene (dpa) – El cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller lanzó fuertes críticas al papa Francisco en el libro «In buona fede» (De buena fe), de próxima publicación.
Durante este fin de semana, se adelantaron fragmentos en la prensa italiana de la entrevista contenida en el volumen, donde el arzobispo de la Curia acusa entre otros al sumo pontífice de practicar nepotismo.
El argentino Jorge Bergoglio se rodeó en el Vaticano «de una especie de círculo mágico formado por personas que, en mi opinión, no están cualificadas teológicamente», juzgó Müller, según refleja «La Repubblica», entre otros medios.
Según argumenta Müller, el papa prefiere esos canales personales a los institucionales, «que se utilizan incluso para el nombramiento de obispos o cardenales».
Müller, exobispo de Ratisbona, es uno de tres cardinales alemanes que pueden elegir al nuevo jefe supremo de la Iglesia católica en un cónclave.
Era un íntimo confidente de Benedicto XVI, quien lo nombró prefecto de la poderosa Congregación para la Doctrina de la Fe en 2012. Pasados cinco años, Francisco, sucesor de Benedicto, no le prorrogó su mandato.
Esta decisión le resultó «como un rayo caído repentinamente desde el cielo», declaró Müller a la experta vaticanista Franca Giansoldati para el libro, que se publicará en los próximos días.
Müller, oriundo de Maguncia, acusó además al papa de tratar con más indulgencia que a otros a sacerdotes amigos acusados o condenados por abusos.
Por otra parte, aseguró que el cardenal italiano Giovanni Angelo Becciu resultó «humillado y castigado ante el mundo entero, sin posibilidad alguna de defenderse».
Becciu está siendo juzgado en el Vaticano por un escándalo financiero en torno a la compra de una propiedad de lujo en Londres que salió mal.
Previamente, antes de «In buona fede», ya había generado revuelo la autobiografía de Georg Gänswein, durante largos años acompañante y secretario del papa emérito Benedicto XVI. El Vaticano no se pronunció oficialmente sobre ninguno de estos dos libros.
Sin embargo, algunos analistas reconocieron en declaraciones de Francisco una reacción a estas críticas. «A veces alcanza una palabra para herir o matar a un hermano o hermana», afirmó por ejemplo el sábado durante una audiencia.
«Pensamos en la calumnia, en el chisme tan común, tan cotidiano, y que tanto hiere y destruye», añadió.
Hay que difundir el Reino de Dios sin distraerse «en tantas actividades secundarias o tantas discusiones secundarias», predicó además Francisco en la misa celebrada hoy en la Basílica de San Pedro.
La misa de este domingo tuvo lugar en el altar junto a otros religiosos, como el antiguo obispo de Limburgo Franz-Peter Tebartz-van Elst.
Este último había dimitido hace casi nueve años a causa de las feroces críticas a su gestión y, en parte, a los exorbitantes costos de la sede diocesana. Mientras tanto, trabaja en el Vaticano, en el dicasterio para la evangelización.