Berlín, 24 dic (dpa) – El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, llamó a la cohesión dadas las tensiones que la pandemia provoca en la sociedad, según se desprende de su discurso de Navidad, festejo que el país vuelve a celebrar con restricciones.
Los servicios religiosos de Nochebuena, tradicionalmente muy concurridos, son ofrecidos esta vez en parte bajo la normativa conocida como «2G», es decir, con acceso solo para las personas vacunadas y recuperadas de covid-19. Pero también hay servicios al aire libre, por ejemplo, sin tener que presentar una prueba negativa.
En Hamburgo y Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en el norte del país, entraron hoy en vigor normas más estrictas. Las reuniones privadas allí están restringidas en Navidad a un máximo de diez personas, incluso para aquellos que han sido vacunados y se han recuperado.
El Gobierno y los primeros ministros de los estados federados acordaron el martes introducir esta normativa a más tardar el 28 de diciembre.
El número de casos de coronavirus en toda Alemania disminuyó en los últimos días, pero los expertos temen que la tendencia se invierta pronto debido a la variante más contagiosa ómicron.
El ministro de Salud, Karl Lauterbach, espera una gran oleada a finales de año. Entretanto, ómicron se ha detectado en todos los estados federados, según informó el Instituto Robert Koch (RKI).
Aunque la mayoría de las infecciones siguen siendo causadas por la variante delta, el número de casos detectados de ómicron ha aumentado considerablemente en las últimas semanas.
En el contexto de las disputas sobre las restricciones para frenar los contagios, Steinmeier advirtió: «En democracia, no tenemos que estar todos de acuerdo. Pero, por favor, recordemos: ¡somos un solo país! Debemos seguir siendo capaces de mirarnos a los ojos después de la pandemia. Y todavía queremos vivir juntos después de la pandemia».
El presidente añadió en el texto de su discurso, que será emitido por televisión, que, por supuesto, hay argumentos, incertidumbres y temores y que a nadie se le impide expresarlos.
«Lo decisivo es cómo se habla de ello: en la familia, entre los amigos, en público. Percibimos que después de dos años se extiende la frustración, la irritación, la alienación y, por desgracia, también la agresión abierta.»
Steinmeier agradeció «de todo corazón» a la «gran mayoría, a menudo silenciosa», que lleva meses actuando con prudencia y responsabilidad, y apeló a la responsabilidad del individuo: «El Estado no puede ponerse la máscara protectora por nosotros, ni puede vacunarse por nosotros. No, depende de nosotros, de cada individuo».
Casi todos los residentes de hogares de ancianos en Alemania se enfrentan a severas restricciones de visitas durante las vacaciones, según indicó Eugen Brysch, de la asociación de pacientes.
«Las visitas espontáneas a las instalaciones, en particular, solo son posibles, desgraciadamente, en casos excepcionales debido a la crisis del coronavirus», dijo a dpa el presidente de la Fundación Alemana para la Protección del Paciente.
Esto se debe a que los aproximadamente 12.000 centros con unos 820.000 residentes de edad avanzada y necesitados de cuidados tienen que organizar las pruebas rápidas de coronavirus en cada sitio y carecen de capacidad para hacerlo.
La Navidad también marca el aniversario del inicio de la campaña de vacunación en Alemania. El 26 de diciembre de 2020, un año después de que se conocieran los primeros casos de coronavirus, se vacunó a las primeras personas en el país contra el virus.
Desde entonces, 61,3 millones de personas en Alemania se han vacunado al menos una vez, lo que representa el 73,7 por ciento de la población. El 70,7 por ciento se ha vacunado dos veces, el 35 por ciento incluso tres.
El canciller alemán, Olaf Scholz, quiere impulsar la vacunación durante las vacaciones de Navidad y el cambio de año. Se ha propuesto que para el 7 de enero el 80 por ciento de la población tenga al menos una dosis.