(dpa) – La entrevista de evaluación laboral anual no debería ser solo una charla sin más. Es importante que todo lo hablado quede fijado por escrito, señala la desarrolladora de personal y coach empresarial Cornelia Rasch en Alemania.
En su opinión, esto contribuye, por un lado, a que las cosas no caigan en el olvido. Y, por el otro, es de ayuda contar con una base de información fehaciente en caso de que cambie la gerencia de la empresa o el directivo a cargo.
Lo ideal, según Rasch, sería contar con formularios estandarizados para preparar y volcar luego en ellos el contenido de estas conversaciones. La coach también recomienda orientarse en estas entrevistas por guías o directrices que se adapten a las necesidades de la empresa.
Cuanto más detallado sea el registro del contenido de las conversaciones entre los directivos y los trabajadores, mejor. De esta forma se puede documentar, por ejemplo, qué tareas concretas asume un empleado. De acuerdo con Rasch, solo esto permite valorar correctamente el desempeño de cada uno.
La especialista cree que el futuro desarrollo y las perspectivas del empleado en la empresa también juegan un papel relevante. Añade que puede valer la pena considerar, junto con el directivo, qué pasos son importantes en el camino hacia el siguiente objetivo en la carrera profesional. Estas tareas, como asumir la dirección de un proyecto, deben ser anotadas.
Rasch considera que incluso cuando el jefe y los empleados no están de acuerdo en los objetivos de desarrollo, es conveniente dejarlo asentado en un formulario de resultados.
Por otra parte, aconseja tomar nota de las competencias, capacidades y habilidades de cada trabajador en el marco de estas conversaciones, ya que puede ser solicitadas en el futuro, por ejemplo, que se requieran conocimientos específicos de un idioma.