(dpa) – Casi ningún anuncio de empleo prescinde hoy en día de los requisitos de habilidades sociales como resiliencia y empatía. Y, quien quiera demostrar esas características durante una breve entrevista de trabajo, tiene que saber cómo hacerlo.
Porque, de hecho, únicamente los conocimientos especializados no harán avanzar hoy en día a un postulante de manera rápida hacia la obtención del empleo ofrecido.
Especialmente en las posiciones de liderazgo, la búsqueda se orienta hoy a colaboradores y colaboradoras que puedan contar con determinados «soft skills» (habilidades sociales).
Esto incluye, entre otras cosas, un buen grado de empatía y sensibilidad, los que se ponen a prueba incluso durante la misma entrevista de trabajo.
Y es que en un mundo complejo y en constante cambio se necesitan en las posiciones de liderazgo personas que puedan orientar y responder individualmente a las necesidades de seguridad de los empleados, explica Anne von Fallois, asesora de recursos humanos de la empresa consultora Kienbaum.
Esto, aclara la especialista, requiere empatía y capacidad de cambiar de perspectiva. Y, en la pandemia de coronavirus, incluso más que antes.
El problema es que muchos postulantes no suelen lograr demostrar su inteligencia emocional durante las charlas de presentación, dice Bernd Fricke, otro experto de Kienbaum.
De acuerdo con su experiencia, apunta Fricke, esto tiene que ver con que muchos se sobreadaptan en la entrevista y dan respuestas que consideran que son convincentes.
Pero este es justamente el camino equivocado, advierte el experto. Porque «‘lo’ que se debería decir o hacer no suele tener que ver con lo que quiero decir o hacer, en base a mis emociones», explica.
Por lo tanto, afirma, es mejor extender las antenas y concentrarse en la propia intuición. Solamente así podrá mantenerse una conversación sincera que se encuentre a la altura de las circunstancias.
Se requiere competencia en resolución de conflictos
Anne von Fallois también presta atención durante las entrevistas de trabajo a la manera en que los candidatos se manejan en la situación de entrevista, al grado de intensidad con que moldean la conversación y cuán receptivos se muestran ante determinadas señales.
«Y también preguntamos cómo deberían manejarse situaciones difíciles o exigentes en el plano humano. Por ejemplo, en caso de escalada de conflictos con otros empleados», agrega la asesora de personal. Además, comenta, las actividades del candidato en su tiempo libre pueden aportar información adicional.
¿Cómo impacto a otros? Los entrenamientos pueden brindar orientación
Pero, ¿qué hacer si se cuenta con menos inteligencia emocional? ¿Se frustrará entonces la carrera? No necesariamente.
Fallois admite que la empatía no puede ejercerse apretando un botón. Sin embargo, mediante procedimientos de pruebas, feedbacks y coachings puede lograrse tener al menos una idea de qué impacto se deja en otras personas.
Y agrega que puede resultar de ayuda involucrarse en situaciones humanamente desafiantes, por ejemplo, a través del voluntariado en el sector social.