Tubinga (Alemania), 18 ago (dpa)- La empresa alemana de biotecnología Curevac se recupera lentamente de los costos que le causó su fallida vacuna contra el coronavirus el año pasado, que tuvo que ser retirada debido su poca efectividad.
«En el segundo trimestre de 2022 siguieron apareciendo efectos en nuestra posición financiera relacionada con nuestra candidata a vacuna de primera generación», detalló hoy el director financiero de la compañía, Pierre Kemula, a través de un comunicado.
La empresa registró pérdidas antes de impuestos durante el segundo trimestre por 57,6 millones de euros (58,6 millones de dólares), mientras que ese número alcanzaba los 152,2 millones de euros en 2021.
A su vez, los ingresos cayeron a 20,1 millones de euros, es decir, 2,3 millones menos en comparación interanual. Por su parte, las pérdidas operativas disminuyeron a 60,3 millones de euros, cuando en 2021 fueron de 147,8 millones de euros.
Curevac inició a finales de marzo un ensayo clínico de su nueva vacuna candidata (CV2CoV) contra el coronavirus. Tras la retirada de su primera candidata del proceso de aprobación debido a su eficacia comparativamente débil, Curevac había iniciado el desarrollo de una nueva vacuna con su socio británico, la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK).
El preparado de la empresa de Tubinga es una vacuna denominada de ARN mensajero (ARNm), como las de Biontech/Pfizer (Alemania/Estados Unidos) y Moderna (Estados Unidos). Los datos del nuevo ensayo de fase 1 se esperan para el segundo semestre de 2022, según Curevac.