Hannover, 8 oct (dpa) – En el momento de su creación en 1871, la alemana Continental, junto con Bosch uno de los principales abastecedores de la industria automotriz, era lo que hoy se llamaría una start-up.
En pleno auge del caucho, también pequeñas compañías e inventores intentaron aprovechar esta materia prima natural de los trópicos para elaborar todo tipo de productos de goma.
Pronto, Continental comenzó a fabricar neumáticos a escala industrial. Su rival, la compañía estadounidense Goodyear, tenía ya una ventaja de casi 30 años. Pero los neumáticos producidos en Hannover formaron la base de una empresa ramificada en todo el mundo que hoy cumple 150 años.
La historia de Continental está repleta de cambios y reorientaciones, de los cuales se pueden sacar algunas enseñanzas para este momento en el que el segundo mayor abastecedor alemán de la industria automotriz, con una facturación anual de 38.000 millones de euros (casi 44.000 millones de dólares) y 236.000 empleados, atraviesa grandes transformaciones.
El primer vuelco se produjo a partir de 1874, cuando el químico Adolf Prinzhorn profesionalizó la fabricación de neumáticos. Se pretendía que las bicicletas rodaran con cámaras infladas, por lo que el procesamiento del caucho debía ser refinado. Este «sintético biológico» de la savia del árbol del caucho proveniente de Sudamérica había llegado a la India y el sudeste asiático, por lo que estaba bajo el amplio control de Reino Unido como potencia dominante del mar y el comercio mundial.
También el imperio alemán quiso tener mayor acceso a esta materia prima. El inventor estadounidense Charles Goodyear había hecho hace tiempo progresos en el endurecimiento del caucho, madurando su técnica llamada vulcanización a fines de los años 1830. Descubrió que con átomos de azufre se podían constituir puentes entre polímeros lineales paralelos mediante el calor y la presión. El añadido de hollín estabilizaba adicionalmente las diferentes mezclas de goma.
Fue la hora de nacimiento de la química de los neumáticos. Al principio Continental estaba en desventaja, pero comenzó a investigar métodos para generar los polímeros naturales de manera artificial. En aquel entonces, se pensaba en fabricar en lo posible una gran cantidad de este caucho sintético también para fines militares.
Los años antes de la Primera Guerra Mundial impulsaron el crecimiento de Continental, cuyos prototipos fueron admirados en exposiciones internacionales. Más adelante, la oferta de productos aumentó a artículos de ocio como botes de goma o gorros de baño.
A partir de 1929, se produjo la gran caída: la crisis económica mundial tocó de lleno a Continental, se redujeron la producción y las ventas y aumentó el desempleo.
Con la llegada de Hitler al poder en 1933 comienza el capítulo más oscuro de su historia. Como proveedor de goma para fines militares, la empresa se convierte en modelo del nazismo. Hasta 1945 en su fábrica son explotados miles de prisioneros de guerra y prisioneros de campos de concentración. Muchos murieron y muchos más fueron sistemáticamente maltratados.
En 2020, Continental presentó un estudio que analizó esa época. La imagen que ofreció fue horripilante. Hoy en día, para la empresa es fundamental no volver a ser politizada o instrumentalizada nunca más por una dictadura.
El salto tecnológico comenzó en los 1990 y sigue hasta hoy. Además de neumáticos y maquinaria, surgió un segmento de tecnología automovilística con motores, chasis, controladores y sistemas de seguridad. Mediante la incorporación de otras firmas, Continental amplió su presencia en el sector.
La empresa alemana quedó a la altura los grandes del mundo como Bosch, ZF, Magna, Denso y Schaeffler. De cara al futuro, Continental apuesta por la movilidad eléctrica y la digitalización.
Los motores con menos o sin emisiones de dióxido de carbono, la conducción autónoma, más sensores y el desarrollo de software serán las fuerzas que la impulsarán en los próximos años, en el marco de una estrategia de lucha contra el cambio climático y basada en el reciclaje.
El presidente del grupo, Nikolai Setzer, señaló a dpa que Continental seguirá siendo una empresa de movilidad en la era digital y eléctrica a pesar de que haya añadido la fabricación de maquinaria.
Con ocasión del aniversario, recalcó que «desde hace 150 años marcamos y definimos este sector».
«Primero con productos de caucho para caballos, luego con revestimientos de carruajes, bicicletas, coches, y hoy con software. La movilidad es y seguirá siendo el corazón de lo que hacemos».
Por Jan Petermann (dpa)